Ciudad de México, 11 de diciembre de 2017.- El auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes (Cenart) fue el recinto donde el Coro Sinfónico del Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM) de la Secretaría de Cultura, dio muestra de su evolución técnica y fuerza vocal al interpretar la Missa in Angustiis, también conocida como Misa Nelson, de Franz Joseph Haydn.

Acompañada por la Orquesta Escuela Carlos Chávez, y bajo la batuta de su director coral, Alejandro León Islas, la agrupación vocal ofreció la tarde del 9 de diciembre la primera de dos presentaciones celebratorias con motivo de su décimo aniversario. La segunda se realizó el 10 de diciembre a las 18:00 horas, en el mismo recinto del Cenart.

En la presentación destacó la participación de los solistas Nazarena Michelena, Marcela Contreras, Emmanuel Pool, Armando Vázquez, David Elías, Rubén Luque, y Marcos Herrera, que junto al cuerpo coral prestaron su voz a una de las más grandes obras del compositor austriaco.

En un ritmo litúrgico, la agrupación interpretó un oratorio conmovedor, cargado de sencillez y elegancia, lo que fue celebrado por el público integrado en su mayoría por jóvenes.

La sorpresa para la segunda parte del concierto fue la participación del profesor emérito del Conservatorio Chaikosvsky de Moscú, Mikhail Voskresenskii, quien de manera magistral ejecutó al piano junto con la Orquesta Escuela Carlos Chávez, (dirigida por Eduardo García Barrios) el concierto para piano núm. 5 en mi bemol, mejor conocido como Emperador, de Ludwing van Beethoven.

En su presentación, el instrumentista con más de setenta discos mostró un dominio total de colores musicales contrastantes, sorprendiendo por tocar sin partitura el piano el cual parecía acariciar. Al finalizar la pieza, el pianista recibió una sonora ovación por casi cinco minutos.

En entrevista, Voskresenskii explicó que Emperador es una de las piezas más destacadas del compositor alemán, llena de fuerza y energía, pero al mismo tiempo de amor y ternura, la cual lleva muchos años interpretando y que cada vez que ejecuta entiende más y más su grandeza.

El profesor emérito en el Conservatorio de Moscú, ha impartido clases magistrales por todo el mundo y sus estudiantes han obtenido galardones en diferentes competiciones internacionales en unas 130 ocasiones, 57 veces el primer lugar.

Apuntó que de manera particular, además de impartir cátedra, le llena el ejecutar a la par con orquestas de jóvenes, como la Escuela Carlos Chávez. “Para mí es de gran importancia el tocar con los jóvenes y pasarles conocimientos, enseñarles la calidad artística y todo lo que uno ha aprendido con los años.

“Veo cómo a los integrantes de las orquestas les brillan los ojos por aprender, y me reconforta su entusiasmo por tocar. Yo enseño porque es una importante labor. El compartir el escenario con la Orquesta Escuela Carlos Chávez me dejó un gran sabor de boca, creo que la labor del maestro Barrios como director, a quien conozco desde hace 40 años ha sido muy importante”.

El instrumentista compartió que desde que estaba en el vientre de su madre es músico. “Ella era músico no había otra cosa a la que me pudiera dedicar y el piano lo empecé a tocar a los cuatro años, así empieza mi carrera como ejecutante y como docente luego de que un profesor mío me invitara a acompañarlo en sus clases, mostrándome lo importante que es el enseñar.

“El amor por la música no lo puedes cambiar, ese nunca se acaba, si amas es para siempre. La música es el idioma de todo el planeta, eso se entiende, se tiene que sentir, y todos tenemos corazón”, aseguró Voskresenskii.

Sobre cómo acercar la cultura a las personas, dijo que el disfrutarla depende de cada quien. “Uno debe tener ganas, nosotros como artistas salimos a ofrecer todo, pero no puedes obligar al otro, tiene que nacer de cada quien”, puntualizó.

La segunda presentación del Coro Sinfónico del Sistema Nacional de Fomento Musical, con la que celebra una década de trabajo, nuevamente contará con la presencia del pianista ruso Mikhail Voskresenskii.