• Factores como la precariedad económica, violencia familiar, migración o incluso, pertenecer a una etnia indígena, colocan a las niñas en una situación de vulnerabilidad, por ejemplo para trabajar como empleadas domésticas.

Toluca, México, 12 de octubre de 2017.-Pese a las campañas gubernamentales para erradicarlo, el trabajo infantil está presente y es aceptado socialmente, sostuvo Saraí Miranda Juárez, egresada de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México e investigadora del Programa de Cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).

La especialista en estudios de género y niñez manifestó que factores como la precariedad económica, violencia familiar, migración o incluso, pertenecer a una etnia indígena, colocan a las niñas en una situación de vulnerabilidad, por ejemplo, para trabajar como empleadas domésticas.

En el marco del Taller “Binomio trabajo infantil y migración. El caso de las niñas y adolescentes que realizan trabajo doméstico”, organizado por el Centro de Investigación y Estudios en Movilidades y Migraciones Internacionales (CIyEMMI) de la UAEM, la investigadora dio cuenta de los avances del trabajo que realiza en Tapachula, Chiapas.

En el auditorio de la Biblioteca Central “Dr. Juan Josafat Pichardo Cruz” de la Autónoma mexiquense, la experta universitaria afirmó que, por lo menos en la frontera sur del país, el trabajo infantil está estrechamente vinculado a expresiones racistas e incluso, abuso sexual.

“El trabajo doméstico en hogares ajenos suele ser el enganche de las niñas para migrar a las ciudades, desde donde son atraídas por la demanda constante y la posibilidad de colocarse en un empleo que les provea alojamiento y alimentación”.

Realizan, aseveró Saraí Miranda Juárez, un tipo de trabajo que desde edades muy tempranas, desempeñan en sus propios hogares, con la esperanza de acceder a mejores oportunidades de trabajo y educación, lo cual en la mayoría de los casos no sucede.

Sostuvo que la principal razón que ha llevado a las niñas a trabajar a tan corta edad, suele ser la económica, es decir, cubrir la sobrevivencia familiar. Expresó que su investigación continúa y espera que las conclusiones que se obtengan de la misma sirvan para la generación de políticas públicas que inviten a erradicar o regular el trabajo infantil.