MEADE SERÁ EL CANDIDATO PRESIDENCIAL DEL PRI

*Meade será el candidato presidencial del PRI
*Aún sin ser militante formal de ese partido
*Lo que algunos militantes perciben como riesgo
*Ante el acoso de la oposición de López Obrador

Luis Alberto Rodríguez

Ya nadie duda que JOSE ANTONIO MEADE será el candidato del Partido Revolucionario Institucional a la Presidencia de la República, aún sin ser militante del mismo, como lo demostró el apoyo que los sectores priistas le brindaron tras su renuncia a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público que el Presidente ENRIQUE PEÑA NIETO aceptó de notable buen talante ante los medios de comunicación, no sin antes encomiar su figura como titular de tres secretarías de Estado y su encomiable amor por México; pero cabe preguntarse si la convocatoria para designar tal candidato resultará superflua, si en el término perentorio allí establecido no se registra también algún o alguna militante con la misma aspiración.

Aunque la sobra del “dedazo” presidencial quedará impresa en la candidatura de MEADE, muchos coinciden que para el PRI resultaría saludable dar la apariencia de cierta pluralidad al concitar la participación de alguno, o alguna de sus militantes, como bien pudiera ser la de la ex gobernadora de Yucatán, IVÓN ORTEGA, que como se recuerda en días recientes armó cierta alharaca en ese sentido, aunque en la convocada convención de delegados pierda o perdiera la “elección”.

Porque el esquema del “dedazo” presidencial que tanto se ha criticado contra el PRI, es un factor ciertamente negativo que ya desde ahora es utilizado por sus adversarios y que sólo podría ser contrarrestado en esta oportunidad si se abre a la participación de alguno o alguna de sus militantes, toda vez que sin ello, formalmente, la militancia sería excluida, dada la no afiliación de quien por ahora es el único precandidato registrado, así los sectores y las huestes priistas le hayan ya dado su apoyo.

Eso daría al PRI el bagaje de un partido democrático que ha dejado el autoritarismo presidencial como cosa del pasado y ascender un tanto en las preferencias populares, que por el momento le dan ventaja a su principal oponente, el morenista ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR.

Habrá que dimensionar también que MEADE no tan solo no ostenta la militancia priista -ni la ha solicitado- sino que como funcionario también colaboró con el presidente panista FELIPE CALDERÓN en dos secretaría de estado y por tan sólo ese hecho, alimenta las versiones de una supuesta alianza PRI-PAN para retener el poder presidencial.

Con la sóla mención de esa supuesta alianza, ideológicamente incompatible, el PRI pierde aún más la legitimidad que debe caracterizar a los gobernantes emanados de sus filas, más aún en tratándose del candidato a Presidente de la República.

Nadie duda tampoco de la capacidad del hasta ahora único precandidato del PRI, pero ese factor no es suficiente para asegurar legitimidad a su muy posible gestión al frente del poder Ejecutivo nacional.

Pero si el PRI mismo se legitima ahora como un partido incluyente, paradójicamente permitiendo la inclusión de sus propios y legítimos militantes en la contienda, posiblemente le aporte mayores posibilidades de triunfo al que finalmente resultará su candidato.

De otra manera las críticas de sus opositores incubarán mayor animadversión contra el priismo, que seguramente aprovecharán -sobre todo LÓPEZ OBRADOR y su partido- para intentar arrebatarle el poder tras la elección del próximo año.

Hay un sector creciente de jóvenes, que para esa elección puede llegar al treinta por ciento, que de ser motivados a su participación en las urnas, bien podrían por sí mismo inclinar la balanza hacia alguna otra opción opositora al PRI y desdibujar la ventaja que el llamado “voto duro” que posee aparentemente le garantiza.

Ya sucedió con el arribo hace 17 años del panista VICENTE FOX y su repetición con FELIPE CALDERÓN y cabe la posibilidad de que se diera escenario similar a favor de LÓPEZ OBRADOR, quien por el momento es puntero en las encuestas.

A menos que el PRI esté desde ahora previendo esa posible derrota y se haya decidido a postular abiertamente a un candidato “externo”, como se le considera a MEADE, sin dar opción a sus propios militantes, abriendo con ello las puertas de la Presidencia al hasta ahora aborrecido “Peje”-al que dejarían la difícil tarea de lidiar con el también controvertido presidente estadunidense DONAL TRUMP y posiblemente sin las ventajas del Tratado de Libre Comercio con Norteamérica-, no se justifica esa relativa exclusión de su militancia en este proceso.

De todas formas, ante esa posibilidad de “ahora sí” permitir la llegada del Peje al poder presidencial, muchos perciben que mientras tanto, el PRI prepara ya al candidato para el siguiente sexenio, en la figura del hoy gobernador mexiquense ALFREDO DEL MAZO MAZA. Ya desde ahora se especula.

 

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