ORDENADOR 170217

*Alejandra Del Moral llega al CDE del PRI
*Con Raymundo Martínez en la Secretaría General
*Lo que enmarca el retorno de grupos tradicionales
*Aglutinados en torno al candidato Alfredo del Mazo

Luis Alberto Rodríguez López

El arribo de ALEJANDRA DEL MORAL VEGA a la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional en el Estado de México marca un hito significativo en el cambio de fuerzas políticas al interior del Comité Directivo Estatal de ese partido, con miras a consolidar el retorno de los tradicionales grupos políticos gobernantes en la entidad, aglutinados bajo la denominación genérica de “grupo Atlacomulco”, que en realidad significa pertenecientes a la hegemonía de la región del llamado Valle de Toluca, que ciertamente se extiende hasta el municipio natal del actual Presidente de la República, ENRIQUE PEÑA NIETO y los grupos que desde allí han marcado los derroteros de la entidad más poblada del país.

Si bien la designación, en acompañamiento de ALEJANDRA DEL MORAL como dirigente, de RAYMUNDO MARTÍNEZ CARBAJAL como Secretario General del CDE priista significa una graciosa aunque explicable concesión al actual gobernador ERUVIEL ÄVILA VILLEGAS, eso no significa que en la próxima administración, que casi podría asegurarse conquistará el candidato “de unidad”, ALFREDO DEL MAZO MAZA, heredero político del ex gobernador ALFREDO DEL MAZO GONZÁLEZ, podría caracterizarse por alguna suerte de “mixtura” entre los actuales grupos gobernantes identificados con el llamado Valle de México al que pertenece el ex alcalde de Ecatepec y ahora gobernador.

Más bien la presencia de RAYMUNDO MARTÍNEZ CARBAJAL obedece a la necesidad del actual mandatario de tener al interior del PRI estatal un informador “confiable” que le dé cuenta de las transformaciones que los grupos políticos vendrán registrando, a lo largo de la próxima campaña política por la gubernatura, en cuyo proceso, podrá comprobarse, los remanentes de los grupos que el gobernador representa, sobre todo los identificados   con su natal Ecatepec, irán desapareciendo del mapa político gubernamental mexiquense.

El retorno de los tradicionales grupos gobernantes del Estado de México centralizados en la región circundante a la capital estatal, como lo representa la designación del príncipe heredero del clan DEL MAZO, emparentado como se sabe con el Presidente ENRIQUE PEÑA, se explica por la necesidad del mandatario nacional de asegurar un nicho de protección ante el inminente retorno de esos grupos al acercarse la conclusión de la administración federal que encabeza.

De manera que la tarea primordial del que se augura será el próximo mandatario mexiquense, en primera instancia será recuperar aquellos espacios por ahora ocupados por los grupos del Valle de México que son arropados bajo la figura del actual gobernador          ERUVIEL ÁVILA.

Y el primer espacio que deberá recuperarse es precisamente el del Comité Directivo Estatal del PRI, ocupado hasta ayer por los grupos aglutinados en torno al gobernador, a pesar de que su saliente dirigente CARLOS IRIARTE MERCADO se le identifica con el ex gobernador ARTURO MONTIEL ROJAS, quien a pesar de también ser identificado con el grupo Atlacomulco, propiamente “se fue por la libre”, al grado de lograr imponer en la gubernatura a uno de sus incondicionales, como lo fue el actual gobernador, quien de paso representaba a los grupos del Valle de México, que por años clamaban por llegar a la gubernatura.

Pero ese período de concesión a los grupos del valle de México se ha terminado y con el posible arribo de ALFREDO DEL MAZO MAZA a la gubernatura, la recomposición de las fuerzas tradicionales del gobernante PRI en Estado retorna a sus habituales cauces.

Y el primer factor para ello fue el nombramiento de ALEJANDRA DEL MORAL en esa dirigencia, identificada como ha sido con el Presidente PEÑA NIETO y su grupo y desde luego inmune a las posibles maniobras del actual gobierno para seguir cooptando fuerzas políticas a favor de alguna suerte de protección que lo blinde del inevitable rendimiento de cuentas que política y administrativamente le exigirán lo grupos tradicionales que ahora retornan.

La campaña será el primer escenario de ese proceso, como se verá.