TENSA PRÓXIMA REUNIÓN PEÑA-TRUMP

*Tensa próxima reunión PEÑA-TRUMP
*A realizarse en Hamburgo esta semana
*Durante la reunión del G20 en Alemania
*Enmarcada en dislates y amenazas

Luis Alberto Rodríguez

En el peor momento decidió el Presidente mexicano ENRIQUE PEÑA NIETO realizar su primer encuentro oficial con su controvertido homólogo estadunidense DONALD TRUMP, así sea en el terreno “neutral” de la realización esta semana en Alemania de la reunión del G20, el grupo de los 20 países económicamente más poderosos del planeta.

Ya por sí mismos, los dislates demenciales del presidente estadunidense, utilizando la red TWEET en contra de los medios de comunicación que se atreven a ser críticos con su administración -incluido un video en donde aparece golpeando a un individuo con el rostro oculto tras las siglas de la televisora CNN- entre otras joyas de su errática actuación, bastarían al presidente mexicano para de nueva cuenta cancelar su encuentro con TRUMP.

Pero el anuncio reciente de TRUMP de la construcción de un oleoducto para exportar a México petróleo con volúmenes de 108 mil barriles diarios y que pasaría “por debajo” del muro que construiría en la frontera de con nuestro país, además de que se interpreta como una burla más del estadunidense a nuestro país, requiere de una explicación por parte del gobierno de PEÑA NIETO en torno a la naturaleza de esa importación y la realización de la parte complementaria del ducto en territorio mexicano.

De la reunión del G20 en Hamburgo se esperan nuevas oportunidades para realizar el ideal de un nuevo orden mundial más justo, impulsado justamente por esos 20 países más industrializados, y que incluye a la Unión Europea en conjunto y entre los que ya se encuentra México.

Es la nueva oportunidad de nuestro país de insertarse plenamente en el concierto de la economía mundial y para ello deberá desembarazarse de la histórica dependencia que ha mantenido de Estados Unidos y acertar a la apertura de nuevos mercados.

En este contexto habrá México de poner atención al desarrollo de la política internacional que TRUMP definirá en la importante reunión del G20, especialmente durante su reunión con el presidente chino XI JINPING, tras la reciente alianza de Estados Unidos con Corea del Sur que enmarcó una amenaza abierta a Corea del Norte por el desarrollo de armamento nuclear y al que advierte que su paciencia “se ha agotado” y mencionar a sus aliados en la región, como Japón, entre los cuales no mencionó que figurara precisamente China.

En esta coyuntura no puede parecer fortuita la invitación que públicamente hizo el embajador de China en México, QIU XIAOQI, a 20 años del regreso de Hong Kong a la soberanía de su país, de establecer un Tratado de Libre Comercio con China, “sin terceros países”, en una clara alusión a los Estados Unidos.

De manera que en esta ocasión cuando la reunión del G20 se realice en Alemania con ANGELA MERKEL como anfitriona, el presidente mexicano tendrá la oportunidad de pronunciarse en el contexto del nuevo orden mundial en el que deberá insertarse nuestro país y redefinir la relación que con respecto a Estados Unidos deberá asumir, marcada ya indeleblemente por el trato agresivo del presidente estadunidense hacia México y nuestros compatriotas en ese país, además de las condiciones en las que se realizarán las negociaciones para una revisión del Trato de Libre Comercio con EEUU y Canadá.

Habrá que recordar que el Presidente ENRIQUE PEÑA canceló una primera reunión con DONALD TRUMP en la Casa Blanca a inicios de este año, precisamente ante la insistencia del estadunidense de que México pagaría por la construcción de un muro en la frontera entre ambos países y ahora, a unos días de la próxima reunión en Hamburgo, éste último anuncia burlonamente la construcción del oleoducto que pasará “por debajo” del pretendido muro.

Necesario explicarse ahora cómo, cuando Estados Unidos anuncia su pretensión de convertirse en uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo, primeramente anuncie a México como uno de sus inmediatos destinatarios, con la construcción de ese oleoducto.

Es una lástima que cuando México fuera por décadas un país eminentemente petrolero, desde luego con Estados Unidos como su principal país importador de crudo, ahora se haya convertido en recipendario de petróleo proveniente del país del norte, además de las voluminosas importaciones de gasolina que ya realiza.

En este contexto, al reunión TRUMP-PEÑA NIETO en Hamburgo, a realizarse el próximo sábado, se enmarca en una tensa relación que se endurece más aún con la cercanía de la renegociación del TLCAN que se anuncia para el próximo mes de agosto y ante la cual, como parece, México no cuenta aún con una posición negociadora conveniente a sus necesidades e intereses.

Cabe esperarse que esa posición de nuestro país ante el estadunidense se vea reforzada en la reunión programada y el presidente mexicano demuestre allí que efectivamente representa los intereses presentes y futuros de los mexicanos.

De otra manera, las críticas y descrédito que ha acumulado frente a los mexicanos estarán más que justificadas.

Es el momento, aunque no el mejor, para redefinir nuestras relaciones.

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