Los ataques con drones y misiles rusos se extendieron por once regiones, con 35 edificios dañados, según el balance provisional.

Las sirenas de alerta antimisiles sonaron en la mañana del jueves en todas las regiones de Ucrania.

Un vecino explica cómo perdió a su mujer mientras intentaba protegerla tras comenzar el bombardeo:

«La agarré y la arrastré, luego hubo una gran explosión, caímos al suelo. Le dije: levántate. Pero ella no se levantó. Le dije: Natasha, Natasha. Pero, no se puso en pie».

En la capital, miles de personas buscaron refugio en estaciones de metro.

Los ataques llevaron a cortes de energía de «emergencia» en Kiev y otras regiones, tras ser «golpeadas» instalaciones energéticas.

Este ataque masivo se produce un día después de que varios países occidentales anunciaran la entrega de tanques al Ejército ucraniano. Según la Fuerza Aérea de Ucrania, 47 de los 55 misiles disparados por Rusia fueron derribados.