ASÍ ES EL MERCADO DEL LUJO EN ESPAÑA: MUEVE 9.200 MILLONES Y CRECE UN 9%

  • Un informe señala que el sector de bienes y servicios de alta gama es en España más modesto que en Francia o Italia pero crece más

Madrid, España, 12 de abril de 2018.- La recuperación económica en España se está dejando sentir en el mercado de alta gama, que crece a un ritmo muy superior al del resto del mundo. En 2017, los bienes y servicios más exclusivos supusieron un negocio de 9.200 millones de euros, un 9% más que en el año anterior. Aunque se trata de un mercado modesto en comparación con otros países del entorno europeo, el ritmo de crecimiento es en España muy superior: mientras el mercado mundial del lujo creció a una tasa media del 3% en los dos últimos años (un 5% el año pasado), el español lo hizo a un ritmo medio del 8%, según un análisis del sector realizado por la consultora Bain & Company para el Círculo Fortuny, que agrupa a algunas de las principales empresas del ramo. Según el estudio, presentado este jueves, el negocio podría duplicarse de aquí a 2025, apoyado en el turismo y en el mejor posicionamiento de marcas y destinos

El informe, titulado Spanish excellence: Today & Tomorrow, sitúa a España con sus 9.200 millones como un mercado discreto en el mundo del alto copete. Sin ir más lejos, Francia (27.000 millones) o Italia (29.000) triplican las cifras españolas, aunque España gana posiciones en algunas de las cuatro categorías en que la consultora divide el sector: bienes personales, hoteles y restaurantes de alta gama, comida y bebida gourmet y bienes de diseño.

Según el estudio, más de la mitad del negocio de alta gama en España es el de las ventas de bienes personales de lujo, lo que incluye las grandes marcas de moda, de cosméticos, de accesorios (incluye aparatos electrónicos) y el llamado hard luxury (joyería y relojería). El mercado de este tipo de productos movió 5.100 millones de euros el año pasado, un 12% más. Desde 2012, cuando se vendieron 3.700 millones de euros, acumula un crecimiento medio anual del 6%. Eso sí, gran parte de estos productos se van de España, puesto que hasta un 85% de las compras son realizadas por turistas que visitan España. Entre ellos destacan los chinos, responsables del 35% de las compras.

El ‘procés’ se deja notar en Barcelona

Ocho de cada 10 euros se gastaron en 2017 en Madrid (1.900 millones, un 12% más) o Barcelona (2.200 millones, un 10% más). En la capital catalana, el desafío independentista también afectó a las ventas de alta gama, que se redujeron más de un 30% en el último trimestre del año pasado, lastrando el crecimiento de todo el año, según las cifras de las ventas de duty-free que refleja el estudio. Claudia D’arpizio, consultora de Bain y autora del estudio, ha afirmado, tajante, que «los problemas políticos han impactado más que los atentados terroristas» de Barcelona y Cambrils en agosto, añadiendo al cóctel los ataques contra objetivos turísticos que hacen sentir a los turistas «que no son bienvenidos a la ciudad». En este sentido, el presidente del Círculo Fortuny, Carlos Falcó, se ha mostrado optimista y ha señalado que el sector en Cataluña «da signos de recuperación».

En todo caso, las cifras de ambas ciudades quedan muy lejos de los 14.000 millones de Londres, los 11.000 de París, los 5.000 de Milán o los 4.000 de Roma. Los 5.100 millones a nivel nacional son una pequeña porción de un pastel que en el mundo ascendió a 262.000 millones. Algo parecido sucede cuando comparamos las ventas globales de las marcas españolas de estos bienes personales de lujo, que ascendieron a 1.500 millones en 2017, con las francesas, que vendieron productos por 62.000 millones, o las italianas, con 55.000. Hay margen de crecimiento, dicen los autores del estudio. Según Falcó, con la adecuada promoción y accionando las palancas de crecimiento que pueden suponen internet o la colaboración público-privada (han reclamado más atención a la marca España, facilidades para la expedición de visados o más conexiones aéreas con países como China) el sector del lujo podría mover hasta 21.000 millones en 2025, lo que, para Falcó, situaría a España «en el núcleo duro de la excelencia».

No está tan lejos España de otros rivales en hostelería de postín. El negocio de los hoteles y restaurantes de lujo movió 1.850 millones el año pasado, por los 2.300 de Francia, por ejemplo. De ellos, 1.700 corresponden a los hoteles de lujo, un segmento que ganó tamaño y precio, pese a que en España apenas hay presencia de las enseñas hoteleras más exclusivas. En este caso, Madrid y Barcelona solo concentran el 30% de la oferta. En cuanto a restaurantes, los 187 establecimientos con estrella Michelín, lejos de los más de 600 en Francia, movieron 149 millones, un 6% más. En este caso, la oferta destaca más por la calidad que por la cantidad, puesto que, con 11, España tiene el ratio más alto de Europa de locales con tres estrellas de la célebre guía francesa.

El vino de lujo en España, español

En lo que hace a alimentos y vinos de alto standing, en este caso son las marcas españolas las que dominan un mercado de 1.500 millones en 2017, con un 80% de cuota. Aunque estas marcas están ganando tracción exportadora, sobre todo el segmento de los caldos de calidad, los consumidores principales son los residentes. En este sentido, D’Arpizio ha llamado al «orgullo» del sector, para poner en valor productos gourmet como el jamón, el vino y el aceite de oliva, superados en los mercados internacionales por sus pares italianos o franceses, que han «hecho antes el viaje» de dar lustre a esos productos. Ha apelado a internet como medio para aumentar la visibilidad en otros países.

Otros 800 millones facturó, finalmente, el mercado de bienes de diseño de alta gama, que se va recuperando de una profunda crisis. También en este segmento las exportaciones van ganando terreno, con 500 millones en ventas en todo el mundo en 2016, muy lejos, no obstante, de las cifras del diseño italiano (10 millones) o alemán (5,7 millones). En este caso, D’Arpizio ha apuntado a la expansión de hoteles, restaurantes y cadenas de tiendas de lujo como escaparates y clientes de los diseñadores españoles de muebles u objetos de decoración, tanto en España como en el resto del mundo.

Fuente: JAVIER SALVATIERRA

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