TECUN UMAN, Guatemala, enero 19 de 2020 (Reuters) – Cientos de centroamericanos se reunieron en la frontera entre Guatemala y México el domingo, con el objetivo de cruzar en masa temprano el lunes en lo que podría ser una prueba dura de la promesa del gobierno mexicano de satisfacer las demandas de Estados Unidos para frenar los flujos de migrantes.

El presidente Donald Trump ha amenazado con dañar económicamente a México y a los países de América Central si permiten que grandes cantidades lleguen a la frontera de Estados Unidos. Agentes fronterizos de Estados Unidos han seguido el último éxodo de Honduras esta semana.

Pequeños grupos de migrantes cruzaron el puente desde Tecun Uman, Guatemala, a Ciudad Hidalgo, México, el sábado después de que la Guardia Nacional Mexicana repelió un intento de algunos de los centroamericanos de abrirse paso a través de las puertas fronterizas.

Luego, la mayoría de los migrantes se retiraron a Tecun Uman para esperar la llegada de más viajeros detrás de ellos con la esperanza de que tengan una mejor oportunidad de progresar en una caravana.

«Nos hemos estado organizando», dijo José Luis Cruz, un trabajador del automóvil de 33 años de Comayagua, Honduras, que dejó una esposa y dos hijos en un intento por llegar a los Estados Unidos.

Cruz dijo que los migrantes que esperaban en Tecun Uman querían intentar ingresar a México en masa alrededor de las 5 am del lunes, con la esperanza de que las autoridades los dejaran pasar para evitar enfrentamientos.

«Si cruzamos solos, nos atraparán, y todos los sacrificios que hemos hecho para llegar aquí han sido en vano», agregó.

El gobierno de Guatemala dice que al menos 4,000 personas han ingresado desde Honduras desde el miércoles, lo que representa una de las mayores oleadas desde que tres gobiernos centroamericanos firmaron acuerdos con la administración Trump obligándolos a asumir una mayor responsabilidad en el trato con los migrantes.

El principal refugio para migrantes de Tecun Uman se llenó rápidamente con 600 personas, y otros 1.300 interrumpieron su viaje en un segundo refugio improvisado, dijo el sacerdote local Alfredo Camarena.

Las autoridades mexicanas hasta ahora han controlado la frontera con más éxito que a fines de 2018, cuando una gran caravana de personas intentó abrirse paso en el mismo cruce. Muchos más tarde cruzaron a México a través del río Suchiate que divide los dos países.

México ha ofrecido trabajo a los migrantes en el sur, pero aquellos que no lo acepten o soliciten asilo no recibirán pases de conducta segura a los Estados Unidos, dijo el Ministerio del Interior.