El viceministro de defensa japonés, Makoto Oniki, dijo que alcanzó una altitud máxima de 6.000 kilómetros y que podría ser un misil balístico intercontinental, el primero que lanza corea del norte desde 2017.
Corea del Sur reaccionó con simulacros de fuego real de sus propios misiles y amenazó con dirigirlos hacia los puntos de lanzamiento de misiles norcoreanos.
En Bruselas, durante la cumbre del G7, el primer ministro japonés condenó el lanzamiento y dijo que está considerando imponer nuevas sanciones a Pionyang.
El nuevo misil de Pionyang es capaz de volar unos 15.000 kilómetros, suficiente para alcanzar la costa este estadounidense o cualquier punto de Europa.
El proyectil, lanzado desde las inmediaciones del aeropuerto internacional de Pionyang, cayó en aguas niponas, a unos 150 kilómetros al oeste de la isla de Hokkaido, por lo que es el que más cerca ha caído de territorio japonés hasta ahora.