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DEMOCRACIA CONTRA CORRUPCIÓN (?)

”Cuando hay democracia no existe la corrupción”?
*La frase emblemática de Andrés Manuel  López Obrador
*Con la que anuncia cancelación del NAIM en Texcoco
*Y exalta el valor democrático de la consulta ciudadana

Luis Alberto Rodríguez

Una de las frases que pudieran trascender como emblemáticas del pensamiento político del presidente electo ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR, externada ayer al difundir su decisión de proceder a construir dos pistas adicionales al Aeropuerto Militar de Santa Lucía -además de rehabilitar el actual de la ciudad de México y el de Toluca-, fue: “Cuando hay democracia no existe la corrupción”.

Tras resaltar los resultados de la consulta en la que cerca del 70 por ciento del más de un millón de participantes se manifestaron por esa opción y una minoría por continuar con la construcción del hasta ayer llamado Nuevo Aeropuerto Internacional de México en terrenos del ex vaso de Texcoco y que encomió como un ejercicio plenamente democrático, me parece que en la frase citada se resume en gran medida la intención manifiesta por el mandatario en ciernes de recurrir a ejercicios similares durante su mandato constitucional para legitimar sus decisiones.

Aquí agregamos que el pueblo tiene también el derecho a exigir que ejercicios tales como la reciente consulta sean verdaderamente democráticos y no simples montajes para «legitimar» decisiones ya tomadas -así sean consignas de campaña-, como hay evidencias resultó la reciente «consulta», que siendo así se torna, más gravemente, en otra forma de corrupción, pero de orden político.

Pero también se infiere de la citada frase el supuesto, aún no probado, de que en la construcción del NAIM en Texcoco se dieron fenómenos de corrupción en los que podrían haber incurrido no sólo personeros del gobierno saliente de ENRIQUE PEÑA NIETO, sino también los empresarios e inversionistas a los que ofreció la salvaguarda de su palabra de respetar sus intereses e inversiones al suspenderse las obras en Texcoco.

Quizás valga la pena recordar aquí lo señalado en este espacio el pasado 11 de octubre, en ocasión de la presencia de LÓPEZ OBRADOR en la capital mexiquense, en cuyo palacio del Poder Ejecutivo fue recibido, junto con su equipo de transición, por el Gobernador ALFREDO DEL MAZO MAZA, con quien, ante los medios de comunicación aseguró que “no hay pleito”.

En ese escrito, expresamos que “La presencia del presidente electo ANDRES MANUEL LÓPEZ OBRADOR en la capital del Estado de México, mientras sus colaboradores recorrían la obras de construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en Texcoco y a escasos días de efectuar la llamada consulta ciudadano en torno a la viabilidad o no de la terminal aérea en esa locación, adquiere una connotación política de trascendente significado, si se considera que dicha consulta, convocada un tanto apresuradamente durante el lapso de transición de los gobiernos federales entrante y saliente, no podría resultar sino un recurso artificial para justificar una decisión ya tomada y parte de sus planteamientos de campaña, como lo es abrir nuevas pistas al aeropuerto militar de Santa Lucía, en el estado de Hidalgo, complementarias a las del actual aeropuerto de la capital del país”.

La afirmación de este columnista se confirma apenas 18 días después y tras la realización de la cuestionada consulta, aunque ahora tal ejercicio busca ser reivindicado con las palabras del presidente electo como una expresión plena de la democracia, a la que ya antepone contra la corrupción.

Me parece pertinente volver a citar ese texto en el que escribí que “Esa decisión, que se avizora será anunciada aún antes de que el presidente electo tome posesión constitucionalmente en diciembre próximo, independientemente de las opiniones técnicas contrarias de la mayoría de expertos, nacionales y extranjeros, buscará su justificación en los posibles resultados de la improvisada consulta, para darle la carga de la responsabilidad a la ciudadanía, al pueblo, que como ha dicho “no es tonto”.

Más allá de las imprecisiones técnicas que por lo visto caracterizan a la dicha consulta, es claro que la misma será durante su gobierno la forma predilecta para legitimar sus decisiones con un enfoque abiertamente populista, así se trate de asuntos eminentemente técnicos, como el del aeropuerto.

Está por demostrarse aún si la apertura del aeropuerto militar de Santa Lucía al tráfico aéreo comercial es la opción adecuada, pero esa propuesta tiene más bien una carga política de trascendente significación:

Detener las obras del AICM en Texcoco y anular su proyecto significa para AMLO arrebatar al saliente régimen aún encabezado por el mexiquense presidente ENRIQUE PEÑA NIETO no solamente un significativo símbolo de su poder, como grupo, sino la posibilidad de que dicho poder no sólo permanezca, sino inclusive crezca, con el funcionamiento en su territorio del aeropuerto, con lo cual en términos operativos internacionales, trasladaría la capital del país, o por lo menos de la megalópolis, a su territorio”.

Ese despojo del poder del grupo mexiquense, en términos políticos fue ya prácticamente materializado por el presidente electo, aun antes de acceder al gobierno constitucional al que accederá en escasos 33 días y eso en virtud de la legitimidad que atribuye a la consulta apenas realizada.

Pero también en su notable frase, el presidente electo insinúa actos de corrupción en la ejecución del proyecto en Texcoco, que para ser congruente con sus dichos deberá probar en lo inmediato, al asumir la conducción del Ejecutivo Federal.

Para cerrar con las citas de mi opinión reciente, reafirmo ahora que “Arrebatar ese poder al grupo político mexiquense, que de otra manera seguirá siendo un factor permanente que amenace la actual hegemonía de su partido, es en el fondo la intención de AMLO al proponer la opción de Santa Lucía”. Es muy evidente.

Y eso a pesar de la advertencia del presidente PEÑA NIETO de que cancelar el Aeropuerto en Texcoco requerirá de recursos fiscales adicionales y que continuará la obra hasta el último día de su mandato. Advertido.

Como también deberá AMLO apercibirse de las advertencias de otros sectores en el sentido de que tendrá costos mayores el cumplimiento, así considere ya legitimado con la consulta, de ese propósito de su campaña.

Ojalá y como reza el dicho popular -de ese pueblo que es sabio- no le resulte “más caro el caldo que las albóndigas”. Ojalá.

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