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DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, EL RETO MAYOR

*Democracia participativa, el reto mayor
*Al que convocó AMLO a sus feligreses
*Para responder al mandato ciudadano
*Que lo llevó al triunfo el 1 de julio

Luis Alberto Rodríguez

Significativo sin duda, el discurso pronunciado este domingo por el presidente electo ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR durante su participación en el V Congreso Nacional Extraordinario del Partido MORENA, en la ciudad de México.

Además de los agradecimientos consabidos a los militantes, dirigentes y personajes que tras un largo proceso que culminó con el histórico triunfo electoral que obtuvo el pasado 1 de julio y le llevaron a esa condición de  presidente electo y a la virtual hegemonía de su partido en la mayoría de las gubernaturas y los espacios legislativos en juego, especialmente en la Legislatura Federal y el Senado, en su discurso definió ante sus copartidarios las principales tareas que les esperan y en buena medida el proyecto de gobierno que podrá en práctica a partir de 1 de diciembre cuando asuma la presidencia del país.

Más allá de las celebraciones, López Obrador reconoció que ese triunfo “sorprendente y aleccionador” significaba “una gran lección de democracia política” que demostró la madurez cívica de nuestro pueblo. De acuerdo.

En sus palabras, recordó que en nuestro país, “en el 2000, se apostó a la alternancia y todo terminó en una farsa dañina, porque en vez de cambiar al régimen se le restauró con la simulación que significó el PRIAN, para causar mayores estragos durante los últimos tres sexenios”.

Con el triunfo, apuntó AMLO, “ha llegado el momento de iniciar la cuarta transformación de la vida pública de México”; transformación que define como pacífica pero profunda, impulsada por el gobierno surgido de MORENA que dedicará toda su atención en establecer un auténtico Estado democrático de Derecho; “en acabar con la corrupción y la impunidad; en combatir la desigualdad y la pobreza y en fortalecer valores culturales, morales y espirituales”. Así sea.

Si bien ante sus correligionarios AMLO reiteró algunos compromisos que prometió cumplir y que ya han sido ampliamente difundidos como la elaboración de una reforma constitucional “para abolir los fueros constitucionales de los altos funcionarios públicos y acabar con la impunidad”, lo que al parecer resultará el trabajo más relevante encomendado a su partido, será el acceder a una profunda organización para contribuir, en términos de la transformación mandatada por el pueblo, a la consolidación de la democracia participativa que hasta ahora ha sido pospuesta por los regímenes anteriores.

Opino que el verdadero compromiso del gobierno de AMLO junto con su partido será justamente establecer las condiciones para una auténtica democracia participativa, que vaya más allá de las actuales consultas a que ha convocado sobre tópicos específicos como el aeropuerto de la ciudad de México o la reforma educativa, para acceder, mediante reformas constitucionales, a la vigencia de instrumentos e instituciones, como el referéndum, la iniciativa popular, el plebiscito y la revocación del mandato, entre otras.

Habrá que recordar que aunque desde el año 2000 han sido ya presentadas distintas iniciativas de reforma a la Constitución para establecer tales formas de la democracia participativa, e inclusive desde mucho antes, en diciembre de 1977, el texto constitucional estableció el referéndum y la iniciativa popular en lo relativo al entonces Distrito Federal, el Congreso federal nunca legisló en la materia e inclusive, posteriormente en 1996 fueron derogados.

Hacer efectivas las formas de participación del pueblo en las grandes decisiones que demanda el país, sin duda será el mayor desafío del gobierno que en breve encabezará LÓPEZ OBRADOR y su partido, pero no solamente en términos de las necesarias reformas constitucionales y legales, sino más importante, en el establecimiento de los mecanismos para hacer efectivos tales instrumentos.

Transitar de la democracia representativa a la democracia participativa no será un proceso que se agote en el discurso de reconocer que en la democracia, como establece nuestra Constitución General, “Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste”, sino requiere establecer los mecanismos e instrumentos reales para hacerlo efectivo.

Hace falta un régimen constitucional federal que reconozca los derechos políticos para el referéndum, la iniciativa popular, el plebiscito y la revocación de mandato, no solamente en los asuntos de su competencia, sino impulsarlos en los estados de la República y en las constituciones locales.

Cierto que ya en los estados de la República se han registrado distintas reformas e iniciativas para establecer instituciones propias de la democracia participativa, como cabe mencionar al Estado de México, donde con las reformas a los artículos 14 y 51 de su Constitución, publicadas en febrero de 1995, establece los derechos de referéndum e iniciativa popular, pero cabe preguntarse, como en las restantes entidades del país, cuáles han sido los instrumentos para hacerlos realmente efectivos. Por ejemplo.

La consolidación de una verdadera democracia participativa en México no podría ser solamente iniciativa explícita del entrante gobierno federal, sino un proceso más amplio en el que los estados de la República, en pleno ejercicio de su soberanía, tendrán el papel principal en la reivindicación de nuestra democracia de manera extensa -y de nuestro federalismo-, al reconocer los derechos políticos de la ciudadanía de manera más amplia en sus constituciones locales, a la par del establecimiento de los mecanismos reales para ejercerlos, para verdaderamente legitimar el ejercicio de un gobierno democrático que dé estabilidad al sistema político en su conjunto. Esperemos.

 

 

 

 

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