EEUU Y LATINOAMÉRICA MILITARIZAN SUS FRONTERAS

Estados Unidos, a 14 de de abril de 2021.- La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunció el lunes un acuerdo con México, Honduras y Guatemala para aumentar la presencia de fuerzas de seguridad en sus fronteras e intentar frenar la inmigración hacia Estados Unidos, que ha aumentado en gran medida desde la llegada de Biden al poder. México confirmó tener 12.000 efectivos desplegados, mientras que Honduras niega haber llegado a un acuerdo con EE. UU. para desplegar tropas.

El Gobierno de Biden aseguró el lunes a través de la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, haber llegado a un acuerdo con México, Honduras y Guatemala para que aumenten la presencia militar y policial en sus respectivas fronteras ante la ola migratoria que está llegando a la frontera sur de Estados Unidos.

Según la versión de Psaki, México mantendrá un despliegue de unos 10.000 efectivos, mientras que Guatemala ha desplazado 1.500 policías y militares a su frontera sur y Honduras ha hecho lo propio con 7.000 agentes en su frontera «para dispersar a un gran contingente de migrantes». Guatemala, por su parte, establecerá 12 puestos de control a lo largo de la ruta migratoria que atraviesa el país.

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aclaró este martes que estima que el país tiene “12.000 personas de muy diferentes dependencias focalizadas, pero no de ayer, ya tienen más de un mes (desplegados)». Pese a este despliegue, las autoridades afirman que la frontera sur de México permanece tranquila.

Honduras niega el acuerdo con EE. UU.

Sin embargo, el embajador de Honduras en Washington, Luis Suazo, salió este martes a desmentir las informaciones de la portavoz de la Casa Blanca. «No ha habido ningún tipo de acuerdo sobre militarizar las fronteras», afirmó y aseguró que este mismo martes el Departamento de Estado emitiría una aclaración sobre dichas informaciones.

Lo cierto es que una delegación hondureña viajó a Estados Unidos la semana pasada para hablar sobre migración, pero según Suazo solamente se ha “hablado sobre hacer un esfuerzo muy grande sobre las personas que están ejerciendo acciones criminales alrededor de las caravanas y que están aprovechándose de la necesidad de la gente”.

“Les están dando información que no es correcta, incentivando la migración bajo información incorrecta”, añadió, e insistió en que “no ha habido acuerdos (para movilizar soldados y policías), esos temas no se trataron en las mesas de trabajo».

El Gobierno guatemalteco también negó el acuerdo y alegó que se han “emprendido acciones de protección y seguridad en la frontera desde el año pasado, por iniciativa propia, es un mandato constitucional”. En el contexto de la pandemia, la protección de las fronteras se ha convertido en un objetivo fundamental para la contención del virus”, afirmaron.

La nueva ola migratoria, uno de los principales retos de Biden

Las cifras demuestran que la ola migrante que se dirige a Estados Unidos es una de las más grandes de los últimos años, pese a que Joe Biden y su gabinete han insistido en que la frontera se encuentra actualmente cerrada, alegando razones de seguridad por la pandemia del Covid-19.

La semana pasada, el Gobierno estadounidense reveló que en el mes de marzo se habían detenido a más de 172.000 personas indocumentadas en su frontera con México. Entre ellos había casi 19.000 menores, alentados en muchos casos por las palabras del propio Biden afirmando que no se deportará a menores no acompañados.

Un documento interno de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, de principios de este mes, indicaba que se espera la llegada a la zona fronteriza de entre 159.000 y 184.000 niños no acompañados, en el año fiscal 2021, que comenzó el 1 de octubre de 2020.

Una cifra extraordinaria con la que la administración Biden deberá lidiar en los próximos meses, mientras los albergues y centros de acogida para menores no acompañados ya se encuentran saturados.