EL PRI SE ALZA EN UNA GRAN RESISTENCIA AL AUTORITARISMO: MORENO

 EL PRI SE ALZA EN UNA GRAN RESISTENCIA AL AUTORITARISMO: MORENO

Y al embate de las fuerzas que están en contra de la revolución

Versión estenográfica del mensaje del Presidente del CEN del PRI, Alejandro Moreno, en la Sesión Plenaria de la XXIII Asamblea Nacional de este instituto político, realizada en el Auditorio “Plutarco Elías Calles” de la sede partidista, el sábado 11 de diciembre de 2021.

Muchas gracias, delegadas y delegados.

Saludo a todos con aprecio y con afecto, a quienes están aquí de manera presencial, en el Plutarco Elías Calles, a quienes nos acompañan, miles de delegados a través de las plataformas digitales.

Quiero saludar con muchísimo aprecio, y con muchísimo afecto a una extraordinaria mujer, a una compañera de partido y a quien sin duda tiene presente, pero tiene mucho futuro, Carolina Viggiano, mi Secretaria General. Gracias por estar aquí.

Quiero destacar la presencia muy importante de los ex Presidentes del Comité Ejecutivo Nacional por su fortaleza, por su entereza y acompañamiento a los trabajos del partido, y nos ha permitido transitar en los momentos de grandes retos y de grandes desafíos, unidos en el partido. Muchas gracias al ex presidente Jorge de la Vega Domínguez. Gracias por estar aquí presente con nosotros.

También a quien sin duda ha sido un gran conductor de los preparativos de esta Asamblea Nacional y que a lo largo de semanas constituyó un pilar y un eje para coadyuvar y sumar voluntades a la participación de esta Asamblea Nacional. Muchas gracias a mi amigo José Antonio González Fernández, por su trabajo, compañero ex presidente.

También le agradezco a una gran mujer encargada de una de las mesas, ex presidenta del Comité Nacional. Gracias a Cristina Díaz por estar aquí con nosotros.

Saludo con aprecio y con afecto a los ex presidentes que están de manera virtual, a nuestra amiga y compañera, siempre solidaria, a nuestra amiga Beatriz Paredes Rangel. Desde aquí, Bety, un abrazo. Al Doctor César Camacho Quiroz, a nuestra amiga Carolina Monroy del Mazo y a todos los ex presidentes que hoy participan en esta gran Asamblea Nacional.

De manera muy especial y muy particular, saludamos con respeto, con todo el apoyo, respaldo y orgullo del priismo nacional, por su gran trabajo por su gran compromiso, por los buenos resultados, y porque quienes son quienes prestigian al partido. Hoy de manera presencial agradezco ampliamente su solidaridad, su trabajo y compromiso que prestigia al PRI, a mi hermano y amigo, el Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa. Gracias, Alejandro, por estar aquí con nosotros.

De igual manera, saludo a compañero y gran Gobernador, siempre comprometido y echado para adelante, con buenos resultados y siendo un Gobernador activo, respetuoso, pero siempre cercano al partido. Gracias gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, por acompañarnos en este día.

Y desde la distancia, ¡arriba Hidalgo! Y desde la distancia, saludamos con mucho respeto también a dos gobernadores que trabajan todos los días dando resultados hacia el priismo con la sociedad, pero sobre todo para fortalecer y ganarnos la confianza de un buen gobierno, desde aquí, nuestro reconocimiento al gobernador de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, un gran abrazo.

Y de igual manera, un saludo, afectuoso y cariñoso a un gobernador que está haciendo su trabajo, desde aquí un saludo al Gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo.

Saludo a los Coordinadores parlamentarios de manera presencial, al Coordinador en la Cámara de Diputados en el Congreso de la Unión y Presidente de la Junta de Coordinación Política, a mi amigo Rubén Moreira Valdez. Muchas gracias por estar aquí, Rubén.

Saludamos a los dirigentes de los sectores y las organizaciones nacionales. Saludamos a los 32 dirigentes de los Comités Directivos Estatales, a toda la estructura territorial que hoy está con nosotros.

Saludamos a los legisladores, federales, senadoras y senadores, diputadas y diputados locales, presidentes municipales, regidores y síndicos y muy fundamentalmente a nuestros seccionales, a la estructura territorial a la militancia de nuestro instituto político. Sean ustedes, todos, bienvenidos a esta gran Asamblea Nacional.

Quiero de manera especial, agradecer la presencia de quienes sin duda nos han demostrado su solidaridad, en estos tiempos nada fáciles, de grandes retos, de grandes desafíos de la pandemia, y que nos acompañan en nuestro país, y les decimos muchas gracias por acompañarnos en este día, a mis hermanos  integrantes de la COPPPAL, de 70 partidos políticos de más de 29 países. Muchas gracias a todas y todos.

A nuestras hermanas y hermanos caribeños, y de manera muy especial para saludar a toda la COPPPAL, destaco la presencia de un gran amigo, a quien le tengo un gran aprecio, platicamos y lo escucho, al ex Presidente de Bolivia, Jaime Paz Zamora. Bienvenido, Jaime, y gracias por estar aquí con nosotros.

Y desde aquí, saludo también a los compañeros de la Internacional Socialista, a nuestro Secretario General, Luis Ayala. Muchas gracias, Luis, por tu compromiso y acompañamiento. Y de igual manera, a la Conferencia de Partidos Políticos, la Conferencia de Partidos Asiáticos, ICAPP, y también a la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de África.

Amigas y amigos, compañeras y compañeros.

Es voluntad soberana del priismo  nacional constituido en Asamblea que, en cumplimiento a la Base Vigésima Tercera, Fracción Cuarta, demos cuenta del mandato superior que hemos resuelto para definir los nuevos tiempos de México, los nuevos retos del Partido Revolucionario Institucional.

Presidir el órgano supremo que resuelve, ordena y estratégicamente decide el futuro de nuestro partido para incidir en los destinos de nuestra la nación, es sin duda, la más preciada distinción que un militante de base puede atesorar.

Es ciertamente el tema recurrente, el principio que rige nuestro liderazgo, compromiso para actuar en nuestra de la Dirigencia Nacional de en el partido más grande, el partido grande de México, que es, el Partido Revolucionario Institucional.

Sólidos fundamentos emanados de los paradigmas revolucionario, constitucionalista e institucional promulgados en veintidós Asambleas Nacionales, encabezadas por Carlos Madrazo, Jesús Reyes Heroles o Luis Donaldo Colosio, han consignado el espíritu, la esencia del orden ideológico, programático y normativo del Partido Revolucionario Institucional.

Son fundamentos hechos dogma, son el cimiento del partido que somos, el sustento del proyecto de nación que representamos para el pueblo de México y la columna de hierro que soporta nuestra firme oposición política al abuso de poder. Contundentemente expresamos así la solidez de los fundamentos de nuestro partido y enfáticamente declaramos que esos cimientos son insustituibles.

Es mandato del priismo nacional en todo este pleno refrendar que venimos de la Revolución, que venimos porque la Revolución Mexicana es origen, destino y fundamento que da sentido, vigencia y razón de ser al Partido Revolucionario Institucional, porque su impronta nos define, su proyecto nos significa y su legado nos trasciende.

La Revolución es el fundamento, la Constitución es el proyecto y el partido es el instrumento que, en la praxis, se convierte en el contrapeso institucional a través del cual el pueblo de México se alza todo el tiempo y en todo lugar en la oposición, en una gran resistencia al autoritarismo y al embate de las fuerzas que están en contra de la revolución.

Sin tregua y sin descanso, los priistas somos los voceros, representantes y garantes que, por legado, deber y convicción, encabezamos la primera línea de defensa del proyecto histórico de la Revolución Mexicana.

Por ello, se tiene que tener presente en cada ataque, en cada debate parlamentario, en cada foro internacional, en el espacio público y hasta en el último territorio, en el último lugar del territorio nacional, estará la militancia priista haciendo valer todo el peso de la historia, del pensamiento liberal y de la confianza que voto a voto que el pueblo de México nos ha conferido a los priistas.

Compañeros delegados, militantes y simpatizantes:

Los priistas tenemos fundamento, proyecto, orden, programa, futuro y rumbo; por lo tanto, es otra y muy distinta la razón que hoy convoca al priismo nacional en Pleno.

Es así que, por mandato, resolución y dictamen de los Delegados a esta Asamblea, damos cuenta a los mexicanos de las cosas de la República y de las cosas del partido; de las cosas que son, en suma, asuntos de Estado, prioridades en la agenda política nacional que constituyen, aquí y ahora los colosales desafíos, los nuevos retos del PRI que, en unidad y determinación, habremos de enfrentar para reencauzar del extravío en que se encuentra la nación. Porque los nuevos tiempos de México los decidimos nosotros, hoy como oposición y mañana, en el 2024, que se escuche bien, en Palacio Nacional, ahí vamos a estar trabajando.

La prospectiva y cuestiones internas del partido, desde las estructuras municipales hasta el ámbito nacional, estaremos trabajando para fortalecer y configurar por la voluntad del priismo nacional que nos mandata actualmente las decisiones de nuestro instituto político.

Nuevos tiempos en el PRI se están suscitando, son decisivos, cruciales y profundos; son razones, y por razones estratégicas, del más alto interés nacional. Son tiempos modernos, inéditos y turbulentos, tiempos de cambio para retomar el rumbo; y al frente, coordinando los esfuerzos, están los nuevos liderazgos partidistas.

Toda una generación que se ha formado en la alta competencia política y la incertidumbre; pero también, en los escenarios más adversos al interior del partido.

Nuevos liderazgos a quienes por tiempo y circunstancia nos corresponde encabezar la Dirigencia Nacional; pero nuestro arribo no es fortuito ni casual, ni tampoco producto solamente del relevo generacional.

Porque entendiendo la importancia que tiene la acción política de los jóvenes para decidir e incidir en el destino del partido, vamos a continuar con las luchas democráticas que iniciaron en la Confederación de Jóvenes Mexicanos en 1939 y en el Movimiento Nacional de la Juventud Revolucionaria en 1981, los jóvenes priistas del fin del siglo pasado, con agudeza y antelación a 1998, vislumbramos las adversidades que el priismo habría de enfrentar.

23 años atrás, con el PRI en el poder, aprendiendo y a la vez luchando a contracorriente con objetivos claros, arrojo y decisión, un grupo de jóvenes entonces sin cargos de relumbrón, sin apellidos, sin atadura política alguna, jóvenes de origen de la militancia, de trinchera, de la base, iniciamos un sinuoso recorrido en medio de un tempestuoso, en un mar de fondo lleno de avatares, que se fraguaron y se superaron porque teníamos el temple y entereza.

La intensidad, alcance y trascendencia de esas luchas generaron cambios significativos en el partido y en el país. Porque ha de saberse que, si hoy en día existen las normas que consignan avances en los derechos político-electorales relativos a la proporcionalidad de jóvenes y mujeres en la legislación mexicana, es porque fuimos primero nosotros los conquistamos esa obligación estatutaria en la Décimo Octava Asamblea Nacional.

Jóvenes y mujeres unidos dimos la lucha, y ganamos los espacios de participación política.

De ese tamaño han sido los logros, y si los tuvimos fue porque en el camino hemos contado con la invaluable orientación, aliento y guía de cuadros experimentados, que nunca nos regatearon su apoyo, ni condicionaron el respeto a nuestra libertad de pensamiento, de expresión o decisión, y que comprendieron perfectamente, porque ellos, los presentes y los ausentes, fueron y son, por su alteza de miras, nuestros maestros y políticos con una gran escala de visión del partido.

Los nuevos tiempos del PRI traen consigo la gran unidad partidista, y también su opuesto. Es por eso, que es de lo más natural que algunas voces discordantes se hagan presentes dentro de un partido político.

Si bien no coincidimos con los motivos de las inconformidades, tampoco las fustigamos, ni las perseguimos. Aquí, en este PRI y con esta dirigencia, todos tienen derecho a expresarse y al ejercicio libre de la política, como somos los priistas.

Entendemos, pero no compartimos las nostalgias de las glorias del partidazo, ni las recetas provenientes de cuadros que actuaron y florecieron en los tiempos en los que el partido era el partido hegemónico y dominante del sistema político mexicano.

Al interior seguirán, como en todo ente democrático, fluyendo todas las opiniones; sin embargo, los nuevos retos del PRI son de tal dimensión, que por eso hoy somos nosotros, y no otros, los dirigentes del partido, con la base y con la fuerza de la militancia.

Es la fuerza de nuestras ideas y la potencia de nuestras exigencias lo que nos ha traído aquí. Nos lo hemos ganado a pulso, porque a nosotros trabajamos fuerte a favor del partido, desde la trinchera, defendiendo a la militancia, abanderando las causas partidistas y las causas de la sociedad.

Más de 20 años llevamos inmersos en la autocrítica al interior de nuestro partido. Por eso, para nosotros es comprensible que los resultados electorales de 2018 y la pérdida del liderazgo del país, provoque en algunos una gran frustración que los lleva a querer encontrar culpables hoy en el seno del partido.

Compañeras y compañeros:

Los verdaderos problemas no están en nuestra vida interna, al contrario: radican en nuestra relación con la sociedad, por las percepciones de deshonestidad e ineficiencia. Porque actuaron muchas en el gobierno con soberbia, por no pensar en la gente, por no estar cerca del pueblo, pero eso en esta dirigencia lo entendemos. Por eso estamos con la militancia, por eso estamos con la sociedad, y por eso vamos a volver a ganar, vamos a regresar y le vamos a servir al pueblo de México.

No hay tiempo que perder. Hay un difícil camino por recorrer y en eso nos vamos a ocupar. El PRI de hoy somos la militancia de base hecha partido y representamos la cultura del esfuerzo y no del privilegio.

Somos protesta, propuesta y respuesta. Y representamos una oposición irrestricta al abuso de poder dentro y fuera del partido.
Somos expresión de diálogo, entendimiento y alta política, porque concretamos, por el bien superior de la nación, el Acuerdo Político Nacional más importante que se haya realizado en la nueva era del sistema de partidos de nuestro país. La Coalición Electoral y Legislativa “Va por México”, la hicimos nosotros.

Sólo con la altura de miras del PRI, construyendo con  otros partidos, logramos esa coalición inédita e histórica para ser una alternativa para el pueblo de México.

Aquí está la militancia, aquí está el corazón del PRI, en todos y en cada uno de los más de doscientos mil priistas que participamos de manera presencial y virtual en esta XXIII Asamblea Nacional. No representamos a un pequeño grupo; al contrario, hoy estamos fortaleciendo la unidad, sin corrientes, ni movimientos, ni tribus. Representamos orgullosamente a un bloque monolítico, a un solo grupo, que se llama, y equipo, Partido Revolucionario Institucional. Esa es la fuerza y la esencia del partido.

Tenemos experiencia, trayectoria y vocación; estamos preparados con suficiencia para enfrentar con estrategia, carácter, propuestas claras y determinación al poder, y si lo estamos es porque nos forjamos primero en la lucha al interior del partido.

Nuestra historia partidista nos define y esas luchas a todos nos avalan. Nos sostiene el derecho, la política, la razón y la eficacia de nuestras decisiones; es por eso por lo que, en estos tiempos, los más difíciles en la Nación y en el priismo nacional, hoy estamos fortaleciendo la unidad. Un partido unido y vigente, en pie de lucha y desafiando al poder para decirle que el PRI, que el PRI va por México, que el PRI va por la República y que el PRI va por la Presidencia de la República. Y que vamos a trabajar para ganar en el 2024.

La Asamblea Nacional es el espacio propicio para pronunciarnos por líneas políticas de acción estratégica que nos permitan incidir en el fortalecimiento del desarrollo nacional de nuestro país.

Ha sido un delicado proceso de escucha, que aspira a ser un ejercicio permanente para cumplimentar en los cargos de millones de ciudadanos representados políticamente y de actuar como contrapeso ante cualquier poder destructor que actúe en contra de la República.

Hemos resuelto trabajar todos los días en el ejercicio del gobierno, de manera eficaz y  de manera honesta. Con la misma intensidad y empeño, desde los congresos locales y desde  el Congreso de la Unión, para impulsar políticas públicas en beneficio de la Nación y oponernos a todas aquellas acciones orientadas a debilitar la soberanía, la democracia y las libertades.

Transitamos los tiempos mundiales más desafiantes de los últimos 50 años, en donde todas las premisas conocidas, ya sean políticas, económicas, climáticas, migratorias o democráticas, se están repensando, o se están cuestionando.

Como fondo, un virus letal se esparce por todo el orbe. Es el ambiente perfecto para que florezcan los populismos y las quimeras prometidas por falsos profetas, a partir de visiones caducas, concepciones y proyectos que ya han fracasado en el tiempo y en más de la mitad del mundo.

Aquí en México, desde hace 3 años tiene lugar el desmantelamiento de las instituciones del Estado y la evidente renuncia a gobernar, porque la prioridad es destinar los recursos públicos al pago de clientelas y estructuras electorales, porque se impone la propaganda a la responsabilidad, y los relatos fantásticos, a la entrega de resultados.

En ese contexto, se desarrolla la vida pública de México, y en esa trama concurrimos el PRI y las demás fuerzas políticas a un proceso electoral aún a sabiendas de que no hay gobierno, ni seguridad para los contendientes, y sí también, sabedores de que hay una campaña sistemática en contra de los organismos electorales, en contra de los Tribunales Electorales y en contra de los partidos de oposición.

Por ello, no estamos compitiendo en condiciones de normalidad democrática. Por el contrario, estamos enfrentando al aparato del Estado, que cuenta con inmensos recursos financieros que se les quitaron a partidas para atender las enfermedades, para atender la salud, para atender los desastres, para atender las estancias infantiles o refugios para mujeres.

Precisamente por esto resulta ingenuo y hasta perverso evaluar los saldos electorales de la oposición en el escenario donde el 80% del financiamiento legal a los partidos políticos se lo lleva la coalición oficialista, eso sin contar que, simultáneamente, los activistas del gobierno, pagados con el erario, llevan a las urnas a grupos en temas electorales de beneficiarios sin transparencia y con transferencias de recursos públicos del gobierno de la República.

Estamos, en suma, resistiendo y defendiendo la democracia liberal, sus instituciones, pese a los esfuerzos desde el poder por destruirla, porque su proyecto, lo que representa, es la sustitución de la democracia liberal por un movimiento popular único que, mediante mítines a mano alzada, quiere decidir los destinos de nuestro país.

Las consecuencias son muchas, y las más, son devastadoras. Más de 100 mil mexicanos muertos por homicidio, 650 mil mexicanos muertos por la pandemia, más de 3 mil feminicidios, México el segundo lugar mundial en secuestros, 10 millones de mexicanos en pobreza extrema, y más de 2 mil niñas y niños muertos por no tener medicamentos contra el cáncer.

No, no son solo cifras, son vidas, son familias, es el futuro de los mexicanos que ha sido destrozado por la propia autoridad.

México, compañeras y compañeros, es un caos, está hundido y está destrozado. Quien afirme lo contrario no sólo miente, también pretende engañar.
Quien indolente y soberbio afirme lo contrario, no sólo ya perdió el piso, también la razón y el juicio de realidad que hoy vive nuestro país.

Esta es la grave circunstancia que guarda la nación y el priismo constituido en la Asamblea, entendiendo las dimensiones de este gran desafío, acordó una larga lista de tareas; apenas unas cuantas voy a mencionar, por el gran trabajo que han hecho las y los delegados en todo nuestro país.

Porque avanzar hacia los nuevos tiempos del Estado mexicano nos apremia para actuar sin dilación y es tanto mandato estratégico y prioritario de esta Asamblea que el Partido Revolucionario Institucional se pronuncie por incluir en la plataforma electoral de la coalición de la que forme parte para las próximas elecciones y para la elección presidencial del 2024: uno, realizar las modificaciones  constitucionales procedentes para garantizar los derechos, libertades económicas e instituciones de la democracia liberal consagradas en la Constitución General de la República.

El riesgo de que a través del debilitamiento de los poderes legalmente constituidos se concrete la aniquilación de la democracia liberal, la extinción de las libertades económicas y la desaparición de los derechos a la propiedad privada, es permanente.

Es nuestra prioridad entonces, ser oposición en contención a las tentaciones del populismo, el autoritarismo y el asambleísmo para proteger la democracia liberal, las libertades económicas y el patrimonio de todos los mexicanos. El objetivo es impedir una eventual sustitución de nuestro régimen republicano, representativo, democrático, laico y federal, por otro de características centralistas basados en concepciones estatistas, expropiatorias, populistas y de pensamiento único.

Es una obligación contenida en la Constitución, que el Estado proteja y aliente la actividad económica de los particulares; ser oposición en contención para que esto se respete y se cumpla es un compromiso irrenunciable del Partido Revolucionario Institucional.

Dos, crear el Plan Nacional de Infraestructura del Estado mexicano con una visión 2050, así como la proyección del presupuesto para ejecutarlo. Sólo obras menores y aquellas necesarias por emergencia de desastres naturales, pueden quedar al arbitrio de las autoridades; las obras mayúsculas como puertos, carreteras, presas o aeropuertos, deben ser incorporados al Plan Nacional de Infraestructura con una visión a muchos años.

Es premisa programática inexorable combatir la corrupción y opacidad en las obras de infraestructura, porque el carácter estratégico de éstas no debe sujetarse ni a criterios discrecionales de cada uno de los servidores públicos, ni a políticas coyunturales que no tienen fundamento.

Dar certeza a la sociedad, inversionistas y agentes económicos respecto de la obra pública, es un asunto por demás impostergable en nuestro país.

Tres, fortalecer las coaliciones electorales y legislativas de las que formemos parte, para trascenderlas a los gobiernos de coalición en términos del Artículo 89, Fracción décimo séptima de la Constitución General de la República, esto con miras a trabajar en las elecciones del 2022, del 2023 y del 2024. El objetivo es que en congruencia con lo que establece la norma constitucional, tengan fuerza de ley los acuerdos previos al gobierno de coalición y estos no queden sujetos a la discrecionalidad en el momento del ejercicio del poder; esto en oposición a concepciones basadas en el culto a la personalidad y la exacerbada centralización del poder público en una sola persona.

Cuatro, ratificar nuestro carácter popular, democrático, progresista e incluyente, y a partir de éste, refrendar nuestra inscripción en la corriente socialdemócrata de los partidos políticos contemporáneos. La socialdemocracia es la corriente ideológica más cercana al centro democrático y alejada de los extremos que en todas las latitudes del orbe y a lo largo del tiempo han fracasado.

En un contexto en el que desde el poder público se radicaliza y fomenta la descalificación al centro del espectro ideológico, siendo la Revolución el origen de nuestro partido, la justicia social para los más desposeídos es nuestra prioridad; luego entonces, nadie a partir de su ubicación en el espectro ideológico puede apropiarse de la preocupación por los pobres y de quienes más lo necesitan.

El PRI, desde la socialdemocracia, ha llevado a México a ser la primera economía de Hispanoamérica, la segunda de Latinoamérica, la décimo tercera del mundo; no obstante, nunca estaremos satisfechos mientras haya un mexicano, mexicana, en situación de pobreza.

Y cinco, manifestar que respecto de los asuntos hemisféricos, nuestra circunstancia histórica, geográfica y política determinan categóricamente la naturaleza, intensidad y cercanía de nuestra relación con América del Norte. Nuestra ubicación geopolítica entonces, no deja lugar a dudas: México tiene tradición de ser claro y veraz.

Por eso ha sido respetado en el tiempo. Nuestra hermandad y solidaridad con Latinoamérica y el Caribe, de la cual orgullosamente formamos parte, es perenne e indestructible. Sin embargo, con una población de origen mexicano en territorio estadounidense de más de 30 millones de personas, nuestro vínculo, acuerdos políticos, asuntos económicos y asuntos decisivos, están definidos principalmente con los Estados Unidos.

Por lo tanto, la relación bilateral que establecemos es de amistad, de interdependencia y, asimismo, como aliados estratégicos. Habiendo construido en el tiempo relaciones bilaterales, regionales y hemisféricas de la mayor solidez, es motivo de la mayor preocupación para el partido, cuando tienen lugar acciones que descalifican a los organismos multilaterales que respaldan y trabajan por la región.

Compañeras y compañeros:

Es resolución imperativa de miles de compañeros que con lealtad militan en nuestras filas, a través de sus más de 20 mil propuestas, que esta Asamblea Nacional ha expresado con precisión para construir el proyecto de país en los nuevos tiempos que prospectamos y que debemos de trabajar y exigir y reivindicar.

El México democrático, liberal y progresista, que se escuche bien y que se escuche fuerte, lo construimos nosotros. Fuimos nosotros los mexicanos y fuimos los priistas quienes impulsamos esa fortaleza para nuestro país.

Esto es así, porque hicimos de México los priistas y los mexicanos un país poderoso, con liderazgo económico en la región y prestigio en el concierto internacional, y porque todo, todo lo propiciamos los priistas desde el poder. Fundar, consolidar y defender el andamiaje institucional sobre el que hasta hace 3 años ha estado cimentado el Estado Mexicano y lo hicimos nosotros.

Por ello, es un cometido pequeño que han hecho estos funcionarios del Gobierno Federal, que nunca van a poder lograr, por su incompetencia, por su falta de experiencia para trabajar y para que les quede claro, el trabajo de los priistas y de los gobiernos priistas jamás lo van a poder borrar de la mente del pueblo de México.

Porque lleva implícita la alianza de México y el PRI, y lleva tatuado el esfuerzo, los sueños, y sí, también la sangre de muchos a quienes por luchar por un México de libertades les ha ido en ello la vida. Tiempos funestos, tiempos aciagos e implacables irrumpieron hace 27 años en el corazón y en el devenir de todos los mexicanos.

En carne propia, sufrimos en nuestro líder y prospecto presidencial, la orilla de la intolerancia, la violencia y el extremo de la polarización. Desde entonces, nuestra patria no volvió, ni es, ni volverá a ser la misma.

Hoy, desde aquí los priistas reiteramos, para que el poder y todos lo entiendan en su justa dimensión, alcance y magnitud, que Luis Donaldo sacrificó su vida en la contienda democrática, estaba haciendo campaña, a pecho abierto, buscando el voto entre los más pobres de la nación, estaba explicando sus propuestas, convocando a la gente a sumar esfuerzos cuando fue cobardemente y brutalmente asesinado.
Hace 31 años, al frente de la XIV Asamblea Nacional, Luis Donaldo exhortó a la militancia para forjar el futuro del partido sin la subordinación incondicional al poder de los gobernantes. El momento del futuro ha llegado, los nuevos tiempos del PRI se han forjado y es mandato irrestricto de la militancia partidista conminar al Ejecutivo federal a guardar la cordura, la prudencia y la serenidad, a no agraviar al priismo nacional, a no violentar el Estado de Derecho y a no deshonrar el encargo que sólo temporalmente se le ha conferido.

Por ello, sea esta XXIII Asamblea Nacional el refrendo que el priismo nacional hace del orgullo que sentimos por ser priistas, por estar con entusiasmo, pasión y compromiso celebrando que hoy por hoy el PRI está de pie y está en lucha, porque somos un partido imparable, formidable y grandioso, porque somos el partido más grande de México, porque somos  el Partido Revolucionario Institucional.

¡Que viva el PRI!

¡Que viva el PRI!

¡Que viva el PRI!

¡Qué viva México!

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