Voto secreto IEEM 720X90

EN LIBERTAD EL HOMBRE DETENIDO POR AYUDAR A SUICIDARSE A SU MUJER EN FASE TERMINAL

  • María José Carrasco, de 62 años, sufría esclerosis múltiple y llevaba meses pidiendo la eutanasia

Ángel Hernández, el hombre detenido por ayudar a morir a su mujer enferma terminal, ha quedado en libertad sin medidas cautelares tras comparecer esta noche ante el juez, han informado fuentes jurídicas. El fiscal ha decidido no pedir ninguna medida cautelar para el arrestado, por lo que el juez lo ha dejado en libertad investigado por un delito de cooperación al suicidio, según las mismas fuentes, que han añadido que durante la comparecencia ha reconocido haber ayudado a su mujer a morir.

La detención tuvo lugar este miércoles por la tarde en el domicilio en el que el matrimonio residía, situado en la calle de Federico Sainz de Robles, en el distrito madrileño de Moncloa-Aravaca, tras el suicidio asistido de María José Carrasco, enferma desde hace tres décadas de esclerosis múltiple y dependiente de su marido. El matrimonio lo grabó en un vídeo, en el que María José constata su firme decisión de morir.

El Código Penal regula en su artículo 143 la inducción al suicidio o la cooperación con el suicidio de otras personas, con un rango de penas que va de los dos a los diez años de prisión, aunque se prevé una rebaja si hay petición expresa de la víctima y ésta padeciera enfermedad grave.

La carta de Ángel Hernández

El hombre, que suministró una sustancia para ayudar a morir a su mujer –quien padecía una enfermedad en fase terminal–, asegura en una carta que su esposa quería poner fin a su vida y, ante la incapacidad de realizarlo por ella misma, no hubo «más remedio» que ayudarla a cumplir su deseo. En la misiva, fechada el pasado 10 de marzo y que este jueves ha enviado la asociación Derecho a Morir Dignamente a los medios, Ángel explica detenidamente la enfermedad de su esposa, de 61 años, quien desde 1989 padecía una esclerosis múltiple con una discapacidad del 82% y llevaba años solicitando ayuda para morir.

«Esta historia quedará concluida cuando María José en su derecho a poner fin a su malvivir y en uso de su libertad decida seguir adelante con su suicidio. Es evidente que el deseo de María José a fin de que se cumpla necesita que se la ayude, por su incapacidad a realizarlo por ella misma, y como es una constante en ella demandar ese auxilio no habrá más remedio que proporcionarle esa ayuda para que su deseo se cumpla», afirma el marido.

En la carta, el hombre relata que la mujer a causa de su enfermedad sufría brotes repetidos, con una frecuencia de una o dos veces al año, marcha inestable, así como, incontinencia vesical y en ocasiones rectal y precisaba ayuda de terceras personas para realizar las actividades cotidianas como asearse, alimentarse o vestirse. Defiende que la eutanasia sea considerada «como un derecho de libre elección de toda persona» con una enfermedad irreversible que le produzca una existencia de dependencia y sufrimiento que no desea.

Quiere dejar claro que su mujer recibía cuidados paliativos y «de buena calidad», una asistencia que reclama para todo aquel que lo necesita o demanda pero insiste en que «también tiene que existir el derecho al suicidio asistido cuando una persona como María José así lo pida». «Los cuidados paliativos no son una alternativa a la eutanasia, los dos deben coexistir, y por libre elección decidir por uno de ellos», abunda el detenido.

Por último, se dirige a los «negacionistas» de la existencia a este problema: «Nos gustaría que fueran conscientes del dolor que ocasionan a todos aquellos que como María José y su familia sufren por su actitud». En este sentido, subraya que «algunos legisladores deberían evolucionar hacia posiciones menos contrarias a la eutanasia para evitar que alguien que lo necesite tenga que transitar por los mismos caminos que anduvieron María José y Ángel».

Related post

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *