¿ENVÍA LA OTAN SUFICIENTES ARMAS A UCRANIA?

  ¿Lo hace suficientemente rápido?

Por Euronews en español  •  

05/03/2023 .-   El Presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, llegó a Europa a principios de febrero con un mensaje claro para sus aliados: «Dadnos aviones de combate y armamento pesado, y no os demoréis».

«Cuanto antes pueda Ucrania conseguir armas potentes y de largo alcance […] antes terminará esta agresión rusa y podremos devolver la paz a Europa», decía el presidente ucraniano en una declaración conjunta con el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz en París, el pasado 8 de febrero.

Pero la decisión de proporcionar armamento pesado a Ucrania —que no es miembro de la OTAN y, por tanto, no está protegida por la defensa colectiva consagrada en el artículo 5 de su tratado fundacional— está plagada de posibles problemas, ya que los países sopesan apoyar militarmente a Kiev frente a la preocupación de una posible escalada del conflicto.

¿Qué se está enviando?

Estados Unidos, Reino Unido, Polonia y Alemania son los países que más han gastado en apoyo militar a Ucrania, según el rastreador de apoyo a Ucrania del Instituto de Economía Mundial de Kiel.

Los mismos datos muestran que Estados Unidos está claramente a la cabeza, habiendo prometido 44 300 millones de euros desde enero de 2022.

«Estados Unidos lidera con diferencia, nadie se le acerca siquiera», explica a Euronews Brad Bowmann, director de la Fundación para la Defensa de las Democracias. «Y creo que eso, combinado con la valentía y agilidad ucranianas, son las razones por la que Ucrania sigue existiendo».

El Reino Unido es el segundo mayor proveedor de apoyo militar a Ucrania, según el mismo instituto. Los datos muestran que el Reino Unido ha suministrado una gran cantidad de cohetes, sistemas de defensa, vehículos blindados, armas, munición y formación a Ucrania durante el último año, por valor de 2 500 millones de euros. El 14 de enero de 2023, el Reino Unido se convirtió en el primer país en suministrar a Ucrania carros de combate occidentales modernos, los Challenger 2.

 

Polonia, que comparte su frontera oriental con Ucrania, prometió 2 400 millones de euros en ayuda militar a Ucrania el año pasado, según datos del Instituto Kiel.

Alemania también exportó más de 2 400 millones de euros en material militar.

«Yo señalaría a los polacos por desempeñar un papel especialmente loable», sostiene Bowmann. «Señalaría a los países bálticos por desempeñar un papel muy positivo. Son los más cercanos al oso ruso, por así decirlo, así que no se hacen ilusiones sobre el adversario«.

Aunque no es un país que gaste mucho en comparación con Estados Unidos o el Reino Unido, Estonia es, sin embargo, el principal proveedor de ayuda humanitaria y de defensa en porcentaje del PIB, con alrededor del 1,1 por ciento.

De hecho, el primer ministro de Estonia, Kaja Kallas, ha declarado que «si Ucrania cayera, la libertad también estaría en peligro en otras partes del mundo. Al ayudar a Ucrania a defender su independencia, estamos defendiendo el derecho a la libertad y la democracia de todos los países, incluida Estonia».

Al parecer, en 2022 Polonia y Estonia pretendían elevar la referencia de gasto en defensa de la alianza del 2 por ciento al 2,5 por ciento o incluso al 3 por ciento del PIB de los países miembros.

Estados Unidos, Reino Unido y Alemania están enviando tanques, y Alemania ha permitido que otros países occidentales envíen tanques de fabricación alemana. Pero esto no parece haber acallado la petición de Kiev de armamento pesado.

Ucrania ha instado a Occidente a que le proporcione aviones de combate para defenderse de Rusia. En su visita al Reino Unido el mes pasado, Zelenski pedía al primer ministro Rishi Sunak que les dieran «alas». Desde Estados Unidos, Joe Biden ya ha «descartado» el envío a Ucrania de los codiciados cazas F-16.

«Los F-16 podrían proporcionar una serie de beneficios y de capacidades para Ucrania, sin duda», confiesa Euronews Bowman. «La explicación que está dando la administración Biden es que eso no es lo que más necesitan ahora mismo. Y estoy de acuerdo».

Bowmann subraya igualmente que los aliados de la OTAN podrían estar haciendo mucho más en términos de cumplimiento de sus compromisos de gasto en defensa.

«Me gustaría señalar rápidamente […] el informe más reciente sobre el gasto en defensa de la OTAN. Todavía, a estas alturas, la mayoría de nuestros aliados europeos no cumplen sus compromisos de gasto en defensa. Es algo profundamente decepcionante», lamenta nuestro entrevistado.

«No soy un crítico reflexivo de Europa, pero quiero recordar que estamos ante la mayor invasión terrestre en Europa desde la Segunda Guerra Mundial», denuncia Bowmann. «Hablamos de un gran asalto a una capital europea, de decenas de miles de personas asesinadas, muertas en una guerra injusta intentando defender sus hogares. ¿Y ni así los miembros de la OTAN van a cumplir sus compromisos de gasto en defensa? […] Aquí no contamos con la logística. Aquí, en Ucrania, hay cuatro tanques. Aquí otros ocho; aquí 12… Se necesitan cientos de tanques», recuerda Bowmann.

¿Llegan las armas con suficiente rapidez?

En febrero, la administración Biden se comprometió a enviar Bombas de Pequeño Diámetro Lanzada desde Tierra, o GLSDB. Se trata de un sistema con un alcance mucho mayor que los cohetes de artillería suministrados por Occidente a Ucrania.

Sin embargo, no se espera que estas armas lleguen hasta otoño, y los expertos temen que sea demasiado tarde después de las últimas ofensivas clave de Rusia y Ucrania, que podrían determinar cómo se desarrollará la guerra.

«Muchos países, incluido Estados Unidos […] han hecho lo que llamamos ‘el cheque está en el correo'», se lamenta Bowmann: «vamos a enviar esto o aquello. Y en muchos casos, el artículo en cuestión no llega, o lo hace cuatro meses después».

«Si eres un ucraniano luchando en el frente, viendo cómo matan y mutilan a tus compañeros […] el enfoque de ‘el cheque está en el correo’ probablemente te resulte especialmente insatisfactorio […] sobre todo cuando entiendes que estás literalmente en la frontera de la libertad, luchando por todos nosotros».

Miedo a la provocación

En un discurso ante el Bundestag el 25 de enero, el canciller Olaf Scholz anunció que Alemania enviaría finalmente 14 carros de combate Leopard 2 a Ucrania, y que también permitiría a otros países reexportar los suyos si así lo deseaban.

En un principio Berlín se mostró reticente a comprometerse a entregar armamento pesado, por temor a una posible escalada del conflicto. En su lugar, optó por ofrecer equipos no letales, como cascos de combate.

Berlín fue duramente criticado por ello, especialmente por el presidente Zelenski. También hubo presiones de otros vecinos europeos, como Polonia, para que aprobaran la reexportación de carros de combate Leopard 2 a Ucrania.

Bowmann hace referencia a la visita del expresidente ucraniano Petro Poroshenko a la Casa Blanca en 2014 para pedir al entonces presidente Barack Obama armas para luchar contra los separatistas apoyados por Rusia en Crimea. En un discurso ante el Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Poroshenko era claro: «Las mantas y las gafas de visión nocturna también son importantes. Pero no se puede ganar la guerra con mantas».

«Aquello lo decía porque la administración Obama se negó a proporcionar armas a Ucrania«, recuerda Bowmann. ¿Por qué? Porque no queríamos provocar a Putin. Así que mi mensaje central para cualquiera que esté dispuesto a escuchar es que deberíamos dedicar más tiempo a ayudar a construir democracias asediadas y menos tiempo a preocuparnos por provocar a matones autoritarios que probablemente van a invadir de todos modos».