28 de marzo, y evidentemente sin Joseph Ratzinger, es la fecha del juicio contra la Archidiócesis de Múnich y sus antiguos arzobispos: Wetter y Ratzinger, por el supuesto encubrimiento de un abusador, al que también se ha requerido comparecer personalmente para explicar qué ocurrió y dilucidar si a la víctima le corresponden daños y prejuicios.

Finalmente, la diócesis de Múnich no se acogió a la prescripción, aunque el cardenal Wetter no tendrá que comparecer, «teniendo en cuenta su estado de salud y su edad», recalcó la diócesis. En el caso de Ratzinger, hay que identificar a sus herederos, a quienes pasarán los procedimientos.

La víctima denuncia por abusos al ex sacerdote Peter H., quien fue trasladado a la diócesis de Múnich con el consentimiento de Ratzinger.

¿Conocía todos los extremos de la denuncia? ¿Se pudo evitar que el clérigo siguiera abusando? «La archidiócesis está dispuesta a pagar una indemnización adecuada por el dolor y el sufrimiento en reconocimiento del sufrimiento del demandante y a encontrar una solución adecuada para las reclamaciones por daños y perjuicios que vayan más allá», afirmó una portavoz de la Iglesia alemana.