*Incertidumbre tras el último debate
*Si la “guerra sucia” se recrudece
*Al grado de cuestionar las instituciones
*Y llevara a inhibir la participación ciudadana
Luis Alberto Rodríguez
Quien haya triunfador del tercero y último debate escenificado ayer en Mérida, Yucatán, entre los candidatos a la Presidencia de la República mexicana, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, RICARDO ANAYA, JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA ó JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN, sólo lo definiremos los electores dentro de escasos 19 días, el mismo uno de julio.
Si bien las encuestas mantienen con una ventaja muy considerable al candidato de la coalición de los partidos MORENA-PT-PES, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, en las preferencias electorales y muchos analistas descartan ya alguna sorpresa en lo previsible de su triunfo, no podrá desestimarse el valor del voto ciudadano durante la jornada electoral.
Por lo observado durante el debate, tal parece que la lucha aún se centra en quien de los candidatos ocupará el segundo lugar en la contienda y por los desplantes del que aún ocupa ese puesto en las encuestas, RICARDO ANAYA, al amenazar con llevar a juicio al todavía presidente, ENRIQUE PEÑA NIETO por supuestos actos de corrupción de llegar a triunfar en la elección, lo también previsible es que en estos escasos días sea rebasado por el candidato de PRI-PVEM-PANAL, JOSÉ ANTONIO MEADE KURIBREÑA en tan competida posición.
Fue clara la serenidad con la que el candidato puntero se desempeñó durante el debate, amparado en su aparente ventaja, en contraste con los esfuerzos descalificadores de sus dos inmediatos seguidores, atemperado el ejercicio con las opiniones un tanto abruptas externadas por el independiente JAIME RODRÍGUEZ CALDERÓN.
Más la recta final de la contienda que se abrió propiamente con ese último debate bien podría presentar fluctuaciones sensibles y acontecimientos que en éstos cruciales 19 días, seguramente influirán en el sentir ciudadano y hasta modificar en algún grado las preferencias hasta ahora reflejadas en las encuestas,
La pregunta ahora es qué otros hechos o supuestos –seguramente negativos- saldrán a la luz pública para influir en el electorado a medida que se acerque el día de la elección en favor o en contra de los candidatos.
Tales supuestos serán a partir de hoy más importantes que las propuestas o dichos de los candidatos y el electorado estará expectante ante la profundidad o certeza de las posibles acusaciones o denuncias entre los candidatos.