LAS AMENAZAS UNEN AL PUEBLO JUDÍO

 LAS AMENAZAS UNEN AL PUEBLO JUDÍO

 En el pasado y en el presente

AISH Latino
18/03/2024

La historia de Purim tiene impresionantes paralelismos con lo que enfrenta hoy el pueblo judío.

La historia de Purim comienza después de la destrucción del Templo Sagrado de Jerusalem, cuando Irán, entonces llamado Persia, era el país más poderoso de la región. De acuerdo con el Rollo de Ester, los judíos estaban «dispersos y divididos entre las naciones». Ellos no le daban el honor debido a su líder, Mordejai. Se habían alejado de su conexión con Dios, y habían perdido el sentido de ser una nación, felices de integrarse a otras naciones, comer, beber y celebrar con ellas. Habían olvidado su esencia.

Entonces apareció un malvado enemigo llamado Hamán para destruirlos. Su odio hacia Mordejai y los judíos era tan grande que no le daba descanso. Su deseo de matar a Mordejai era incluso más grande que lo que le importaba su propio bienestar. Nada en su vida podría ser dulce mientras Mordejai siguiera vivo. La existencia del pueblo judío le resultaba intolerable. En complicidad con el rey, Hamán planeó una masacre.

Los judíos de repente descubrieron que el mundo que parecía haber estado feliz de celebrar con ellos estaba todavía más feliz de matarlos.

Ante el odio intenso del enemigo, los judíos recordaron que eran una nación. De repente descubrieron que el mundo que parecía haber estado feliz de celebrar con ellos estaba todavía más feliz de matarlos.

En respuesta a esta amenaza existencial, el pueblo judío se unió. Mordejai le pidió a la reina Ester, una joven mujer que había sido sacada a la fuerza de su hogar y que vivía como esposa del rey , atrapada en el palacio del malvado rey, que se sacrificara para salvar a los judíos. Ester, que había ocultado su judaísmo, aceptó la misión de acercarse al rey a pesar de no haber sido convocada, un delito que se castigaba con la muerte, para suplicar por su pueblo. Ester pidió que todo el pueblo rezara por ella, y la respuesta fue rotunda. Los judíos volvieron a aceptar el liderazgo de Mordejai. Volvieron a comprometerse con Dios. Todos ayunaron, se arrepintieron y rezaron.

Milagrosamente todo se invirtió y Hamán cayó en desgracia. El enemigo de los judíos fue asesinado. El rey envió entonces una carta permitiendo a los judíos defenderse sin sanción o ataque de las fuerzas externas. El pueblo judío luchó y ganó. Mordejai y Ester fueron elevados a lo más alto y las naciones del mundo se quedaron impresionadas por la especial conexión del pueblo judío con Dios.

En todo el Libro de Ester no aparece explícito ni una vez el nombre de Dios, porque el rostro de Dios estaba oculto. Era difícil sentir Su mano guiando y dirigiendo los eventos a medida que iban ocurriendo. Sólo posteriormente, cuando todo concluyó, la gente pudo ver que Dios había estado allí todo el tiempo, dirigiendo todo lo que sucedía.

No puedo evitar ver el paralelo con los eventos actuales. El pueblo judío hoy es perseguido por un enemigo que desea nuestra muerte más de lo que quiere su propia vida. Hay judíos y judías rehenes en manos del enemigo. Los judíos de todo el mundo ven cuán rápidamente sus antiguos amigos se han vuelta contra ellos. La nación dispersa y dividida se ha unido. Los judíos de todo el mundo se han unido para rezar con todo el corazón, profundizando su conexión judía. Y muchos jóvenes judíos arriesgan heroicamente sus vidas para proteger a la nación.

Estamos cerca de Purim, el único día del año en que se nos permite —no, se nos alienta— a presentar nuestras demandas y exigencias ante nuestro Rey. Este es el día en que Dios ha prometido que responderá a todo el que pida. Nadie será rechazado ni quedará con las manos vacías.

Así que este es mi pedido:

Dios, ha sido demasiado y ha durado demasiado tiempo. Queremos recuperar a nuestra gente. Hijas, hijos, esposos, abuelos, bebés… los queremos a todos de vuelta. Queremos recuperar nuestra dignidad. Queremos a nuestros soldados a salvo. Queremos que nuestros heridos se curen. Queremos consuelo para nuestros deudos. Queremos que nuestros muertos vuelvan a la vida. Queremos soberanía sobre nuestra tierra. Queremos estar a salvo de nuestros enemigos. Queremos que nuestros enemigos sean abatidos y que nuestra nación sea enaltecida. Queremos que el mundo nos vea y sepa cuánto nos amas. Queremos sentir Tu amor. Queremos amarnos los unos a los otros. Queremos un día de milagros. Queremos risas y alegría. Queremos amistad y amor. Queremos conexión entre nosotros y contigo, Dios nuestro.

Queremos ver y sentir la luz. Queremos ser la luz.

Hoy es Purim

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