MENSAJE DE OTTO GRANADOS ROLDÁN, EN LA UANL

Buenas tardes a todas y a todos ustedes.

Es un enorme gusto para mí, estar esta mañana en Nuevo León, en esta universidad. Quisiera saludar en primer término, por supuesto, al señor rector de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Rogelio Garza.

Señor secretario de Educación del estado de Nuevo León, mi amigo Arturo Estrada. A los muy distinguidos miembros del presídium, a mis colegas y compañeros en la secretaría que, como ustedes  saben, dominan funcionarios de Nuevo León; son los que tienen realmente el poder de conducción, razón por la cual estamos muy comprometidos.

Saludo con mucho gusto a Reyes Tamez, ex rector de esta casa de estudios y ex secretario de Educación Pública; ya después platicaré con él para que me cuente cómo la libró ahí tantos años y salió bien y en buen estado de salud, etcétera, así es que le voy a pedir algunas opiniones.

Quisiera hacer tres o cuatro comentarios en esta mañana, porque éste es un acto de enorme trascendencia, más allá incluso de lo que ha sido el espíritu de esta ceremonia que tiene que ver con los reconocimientos a la calidad educativa.

Pero déjenme empezar diciendo que, como ustedes saben, yo tengo relativamente poco como secretario, desde el 6 de diciembre para acá, y un poco de la planeación de las actividades estaba yo con ganas de visitar una universidad en México y entonces los criterios que me tracé mentalmente: dije quiero ir a un gran estado, quiero ir a una gran universidad, quiero ir a una gran comunidad académica y quiero ir a donde la dirija un gran rector, no tuve más remedio que elegir a la Universidad Autónoma de Nuevo León, para que sea la primera visita que como secretario haga a una universidad de México.

Y no lo digo solamente porque así me lo pidió el rector, no. Lo digo muy convencido, en primer lugar porque siempre me ha llamado la atención, yo viví aquí hasta hace unos pocos años, estuve seis o siete años viviendo en Nuevo León, y créanme y se los digo con absoluta sinceridad que este es un estado con tremendas virtudes.

Es un estado que en buena medida ha logrado  construir un círculo virtuoso, que es envidia de muchos otros en el país. Porque ha logrado una combinación en la cual su desarrollo, su ética laboral, su capacidad de emprendimiento y de innovación como lo vimos en el centro, ha permitido crear un circuito de retroalimentación entre lo que la Universidad Autónoma genera y lo que el estado emprende y produce. Y eso se genera asimismo como un círculo virtuoso que lo hace casi único en todo el país.

Nuevo León, como ustedes bien saben, tiene enormes ventajas, enormes cualidades, uno lo nota en la sofisticación de su planta productiva, de su sector manufacturero, en la diversidad de su economía, en las grandes hazañas empresariales y educativas que han colocado a Nuevo León no solamente  a la vanguardia nacional, sino a la vanguardia internacional.

Y todo eso no se explicaría sin las tareas, sin la presencia, sin la labor de la Universidad Autónoma de Nuevo León.

Así que permitirme hoy, y gracias por ello, la oportunidad de compartir con ustedes la entrega de estos reconocimientos a la calidad, tanto a las preparatorias como a las facultades del sistema de educación Media superior, como de los CIES. Es simple y sencillamente atestiguar que la Universidad y el estado están muy bien preparados para acometer los retos y los desafíos del siglo XXI.

También es verdad que estar aquí me hace evocar otro detalle anecdótico, pero que no quiero dejar de citar. Como ustedes bien saben, un poco la figura fundacional de la universidad que no era propiamente un rector, sino el secretario general en funciones de rector fue el doctor Pedro de Alba. El doctor de Alba como ustedes saben nació en San Juan de los Lagos, en Jalisco, pero se educó en Aguascalientes. Fue diputado, senador por Aguascalientes. Y después llegó para acá, así es que hizo una pequeña contribución de Aguascalientes al gran estado de Nuevo León.

Era simplemente por rigor histórico que he hecho la cita. No somos un estado,   Aguascalientes es chiquitito, por supuesto es casi una colonia de Nuevo León. Pero bueno de vez en cuando damos algunos próceres como don Pedro de Alba en ese sentido.

Pero en tercer lugar, me parece a mí que la universidad está emprendiendo realmente un camino muy sólido en este siglo XXI.

Y aquí se ha hablado en las palabras que dijo Rogelio, y que dijo Arturo de dos conceptos que me parecen fundamentales: evaluación y calidad.

Como ustedes bien saben, México ha emprendido en esta administración del presidente Peña una Reforma Educativa, sin duda alguna y lo digo con absoluto convencimiento, quizá la más importante que el país ha hecho durante los años sesenta cuando don Jaime Torres Bodet emprendió el llamado “Plan de once años”.

Y lo es porque se dio cuenta el país que esta era prácticamente una reforma inevitable en la medida de que habiendo hecho un gran esfuerzo el Estado mexicano por escolarizar, por proveer  un servicio educativo, el siglo XXI le presentaba al país nuevos retos, nuevos desafíos y nuevas demandas que hacían indispensable, inevitable y urgente a cometer la lucha y la batalla por la calidad. Y eso tiene que ver efectivamente con procesos  de distinta naturaleza en materia de evaluación, evaluación de maestros, evaluación de logros de aprendizaje.  Pero también con una búsqueda permanente de lo que significa calidad en los procesos educativos del siglo XXI.

Y ese no es una tarea menor. Por una parte tiene que ver con, por ejemplo, evaluar a un sistema docente muy grande y muy complejo, donde la reforma puso una especial semilla, un emprendimiento inicial, que permitiera hacer por primera vez en nuestro país, un proceso sistemático, organizado y vinculante de evaluación de los maestros.

Hasta el año pasado, hasta diciembre del año pasado, habíamos evaluado ya a prácticamente un millón 200 mil maestros en las distintas familias que tienen que ver con la evaluación, el ingreso, la promoción, el reconocimiento o el desempeño.

Y este año nos hemos trazado una meta que nos permita, esperamos cumplirla cabalmente, el próximo mes de diciembre cerrar esta administración con un millón 700 mil maestros participantes en estos procesos.

Eso en cualquier análisis comparativo, por lo menos de América Latina, no tiene precedentes y México lo ha logrado, en muy buena medida, principalísimamente por el esfuerzo que los propios maestros han hecho gradualmente de participar en un proceso, relativamente inédito en nuestro país.

Pero por otra lado, hay que decir que lo principal de ese componente tiene que ver, como finalidad última, el que los logros de aprendizaje mejoren cada vez más. Ese es un proceso largo, es un proceso que va tomar tiempo entre una y dos generaciones, no hay ningún país que lo haya hecho en menos tiempo.

Finlandia que es el primer país en el que todos pensamos, de una u otra forma, como un caso de éxito educativo, promulgó su primer su primera Ley de  Reforma Educativa en 1963 y hasta el año 2000 apareció en el primer lugar de la prueba llamada Pisa,  que hace la OCDE.

De tal manera que como citaba Rogelio en sus palabras, el éxito de esta reforma dependerá, en efecto, de su constancia, de su tenacidad, de su disciplina, en la que México la siga aplicándola en los próximos años. Porque sólo así podremos cambiar para bien, para mejor los logros del aprendizaje de sus alumnos, porque sólo así esto que al final es un medio, una mejora desde el punto vista personal, laboral,  profesional, y eso como digo toma tiempo.

Pero este proceso y vuelvo nuevamente al caso de Nuevo León y de otros estados, lo que la evidencia nos está mostrando es que ahora buena parte de la diferencia, en la mejoría de los logros del aprendizaje va a depender de las gestiones estatales.

Ayer mismo salió, por ejemplo, los resultados de la prueba Planea en Secundaria; prácticamente nos mantenemos al mismo nivel de la que se hizo hace dos años, que es con la que se comparó esta prueba levantada en 2017; una ligera mejoría en las dos disciplinas, pero todavía muy ligera en matemáticas y en lenguaje y comunicación.

Pero cuando uno desagrega los resultados por estado, encuentra uno casos sorprendentes. Diez o 12 estados que lograron incrementos hasta de dos dígitos en ambas disciplinas. Alguno de ellos de 29 puntos entre 2015 y 2017 ¿Qué nos dice eso? Que ahora este México diverso, heterogéneo, estos muchos Méxicos en los que vivimos y como lo muestran muchas experiencias de países federales, de países descentralizados como Alemania, como Canadá, como muchos otros dependerá en buena medida como digo de que estos éxitos se multipliquen en todo el país y en ese sentido cada estado, cada gestión educativa estatal pueda hacer una contribución decisiva y muy robusta para que esta mejoría educativa vaya dando sus resultados a lo largo del tiempo.

Y en ese sentido, en esa atmósfera, evidentemente la universidad está siendo pionera de vanguardia y haciendo una contribución muy importante no sólamente para Nuevo León, sino para el resto del país.

Visitamos también hace unos minutos los dos centros, el de Emprendimiento y el Centro Digital que son realmente ejemplares en muchos sentidos. Por un lado, por el uso tan innovador de las tecnologías en favor de la educación, pero también por el lado del fomento y el impulso al emprendimiento.

Recuerden ustedes que México es aún un país que genera muy poquitas patentes en relación con  las que se producen en el mundo. Si la memoria no me falla en 2015, aproximadamente en el mundo se generaron  2.4 millones de solicitudes de patentes, de ellas el 0.7 por ciento fue generada en México, pero de esas la mayoría fueron de apenas cinco o seis instituciones, la primera o la segunda de las cuales fue la Universidad Autónoma de Nuevo León.

De tal manera que tienen ustedes tienen mucho, de verdad, de qué sentirse orgullosos, pero tienen mucho más todavía una responsabilidad enorme para los próximos años y las próximas décadas, porque el mundo del conocimiento, el mundo del emprendimiento, el mundo de la innovación está cambiando de una manera vertiginosa en estos tiempos y lo que hace apenas quizás, los cinco,  diez o 15 años era una verdad absoluta, hoy no lo es.

Dentro de cinco, 15 años, tendremos cambios notables en el mundo de la economía, en las relaciones sociales en el mundo institucional y en ese sentido las universidades, quiero decir las muy buenas universidades como ésta, van a jugar un papel protagónico, para agregar valor, para que México sea mucho más competitivo, mucho más productivo y en esa medida las mexicanas y los mexicanos tengan una oportunidad de bienestar muchísimo mejor y muchísimo mayor.

Así que quiero simple y sencillamente concluir mis palabras expresándoles mi muy sincera felicitación. El único problema es que cuando uno viene a una universidad como esta o a ésta, y uno ve los logros que han alcanzado, pues uno se siente muy comprometido, así que no tengo más remedio que reiterar el apoyo de la Secretaría de Educación Pública a esta universidad y así será en los próximos diez meses que nos queda, que le quedan a esta administración, que me quedan a mí, procuraré sin duda alguna cumplir con esmero este compromiso y les expreso nuevamente mi más mayor felicitación.

Mil felicidades para todas y para todos.