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ORDENADOR POLÍTICO

  • *Prevalece la incertidumbre política
  • *Tras recientes resultados electorales
  • *E incidencia de factores adversos al PRI
  • *Con la emergencia de la fuerza panista
  • *Con JVM para gobernadora en EDOMEX
  • *Y ALHA como su única adversaria priista

Luis Alberto Rodríguez

Por los signos recientes que el devenir de México presenta, tal parece que ni los politólogos – esos raros especialistas de la llamada ciencia política-, podrían predecir siquiera con meridiana certeza, los posibles escenarios de la cada día más próxima transición del poder presidencial sexenal, a la que indefectiblemente están ligados los recientes resultados electorales en diversas entidades del país, que resultaron claramente  adversos al partido al que pertenece el presidente ENRIQUE PEÑA NIETO, pero también, señaladamente, a los resultados de la más próxima elección de gobernador en su entidad natal, el Estado de México.

Del descalabro electoral sufrido por el Partido Revolucionario Institucional en varias entidades, pero en especial en el Estado de Veracruz, considerado su segunda fortaleza electoral después del Estado de México, habla ya elocuentemente la reciente renuncia de su presidente nacional, MANLIO FABIO BELTRONES, quien sin tapujos atribuyó buena parte de sus derrotas a los malos comportamientos de algunos políticos priistas que han caído en actos de corrupción o abusos del poder, por lo que el electorado envío un claro mensaje de repudio en torno a ellos y a su partido, pero habrá que interpretar, también, a la figura del presidente PEÑA NIETO.

Sin tardanza, al Partido de Acción Nacional (PAN), beneficiado con tales resultados, echó las campanas al vuelo y su dirigente nacional, RICARDO ANAYA CORTÉS prácticamente predijo el retorno del PAN al poder presidencial en el 2018 –desde luego cuando se supone él sería el candidato y se recuerda que en el año dos mil, cuando ese partido arribó por primera vez al poder con VICENTE FOX, figuró a los 21 años como Diputado local por el XIV Distrito de Querétaro.

Para ahondar la adversidad a la que se enfrenta el régimen encabezado por ENRIQUE PEÑA NIETO, acumulada tras los hechos que rodearon el escándalo de la llamada CASA BLANCA y más aún por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de AYOTZINAPA, Guerrero, entre otros factores, como el conflicto magisterial engendrado por la Reforma Educativa impuesta desde el inicio de la administración y que llevó al despido de mentores aglutinados en la  Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y derivó recientemente en la muerte de uno de esos profesores en el estado de Oaxaca, atribuida al manejo inadecuado del conflicto por el Secretario de Educación, AURELIO NUÑO, considerado hasta entonces como fuerte posible aspirante presidencial del PRI.

Así las cosas, se considera ya que la posible permanencia del PRI en la presidencia de la República depende en máxima medida del resultado que obtenga en la elección del gobernador del Estado de México en 2017 y cuyo proceso electoral formal dará inicio justamente en septiembre de este 2016 y el responsable directo de ese resultado sería el gobernador priista ERUVIEL ÁVILA VILLEGAS, quien también alberga aspiraciones presidenciales.

Más la estratégica decisión panista en torno al inmediato proceso electoral en tierra mexiquense, al anunciar la figura de la ex primera dama presidencial, JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA como candidata a gobernadora del Estado de México, vino a trastocar todas las expectativas priistas de mantenerse en el poder en la más importante entidad de la República, tanto por su población como por su potencial económico.

Para los priistas mexiquenses resulta ahora cuestionable que su añeja y reconocida calidad como la estructura priista estatal mejor organizada y poderosa del país, pueda ser suficiente para retener el poder  en el gobierno estatal.

Ante la fuerza de la candidatura de la panista JOSEFINA VÁZQUEZ MOTA en el Estado de México, los  posibles candidatos priistas se reducen a un número ciertamente menor, dada la circunstancia de que quienes ostentaban esa aspiración, pero asimismo poseen alguna filiación cercana o de parentesco con el presidente PEÑA NIETO, por ese sólo hecho quedarían en posición de desventaja, como los mencionados parientes ALFREDO DEL MAZO MAZA o la actual encargada del despacho en el CDE del PRI nacional, CAROLINA MONROY DEL MAZO, entre otros que ya se descartan, como la senadora MARIA ELENA BARRERA TAPIA, quien fuera muchos  años su secretaria particular.

Por el momento sólo la figura de la senadora ANA LILIA HERRERA ANZALDO, por su trayectoria y prolongado trabajo dentro del partido, destaca como posible candidata priista a la gubernatura mexiquense para enfrentarse con éxito a la proyectada candidata panista, e inclusive en recientes encuestas, la ubican en las preferencias por encima de otros aspirantes, inclusive frente al actual secretario federal de Hacienda y Crédito Público, LUIS VIDEGARAY, a quien tampoco se le conceden ya grandes posibilidades de gobernar el Estado.

También en las precepciones que como personaje público oscilan entre muy buena o muy mala entre la ciudadanía, A NA LILIA HERRERA ANZALDO presenta índices positivos superiores inclusive al gobernador ERUVIEL ÁVILA, el jefe del gobierno de la ciudad de México, MIGUEL MANCERA y desde luego frente a otros con índices negativos de percepción, como el propio presidente ENRIQUE PEÑA.

 

 

 

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