SE RESQUEBRAJA LA «UNIDAD» PRIISTA

*Se resquebraja la “unidad” del PRI
*Por falta de operación política interna
*Con unos dos mil grupos de militantes
*Que le aportarían hasta un millón de votos

Luis Alberto Rodríguez

Apenas esta semana comentábamos que, si algún factor podría garantizar la necesaria gobernabilidad del régimen priista que en el Estado de México encabeza el Gobernador ALFREDO DEL MAZO MAZA, para por lo menos la mitad de su mandato, lo sería sin duda la unidad interna de la militancia de su partido, el Revolucionario Institucional, para asegurar el triunfo de sus candidatos a la mayoría de los puestos de elección popular en disputa este año.

La existencia de tal unidad interna la supusimos como un factor consolidado, en términos generales, al ser proclamada, también esta misma semana, por el dirigente estatal del mismo Instituto, ERNESTO NEMER ALVAREZ, en ocasión del cierre del periodo del pre registro de los aspirantes a dichos espacios de elección popular.

Supusimos que la proclamada unidad del priismo mexiquense, que ha demostrado ser factor de triunfo en repetidas contiendas electorales, había sido ya consolidada en función de la operación política que supone amalgamar los intereses de los distintos sectores, grupos y fracciones que lo integran, desde luego con la movilidad de sus estructuras y la distribución equitativa de posibles espacios de poder y prerrogativas o aspiraciones que tales grupos reclaman.

Sin embargo, no fue necesario sino que transcurrieran estos cortos días, para que en distintos puntos de la entidad, se manifestaran inconformidades varias de la misma militancia priista, que de entrada revelan que la tal unidad aún está por ser consolidada, si no es que por deficiencias en la operación política de la actual dirigencia, ya propiamente a las vísperas del inicio de las campañas proselitistas electorales, presenta fisuras tangibles que de no ser subsanadas con celeridad, bien pueden representar derrotas sensibles del tricolor en las elecciones y hasta poner en riesgo la comentada gobernabilidad que requeriría el actual régimen en los próximos años.

Ya comentábamos que a inicios de este siglo, durante el régimen del ex gobernador ARTURO MONTIEL ROJAS, por lo menos en la conformación del poder Legislativo, el PRI perdió la mayoría parlamentaria local, en mucho como reflejo del triunfo, por primera vez en la historia de este país, de otro partido en la elección presidencial, como fue el del panista VICENTE FOX QUEZADA en la elección del año 2000.

Pero también inusitadamente, el ex gobernador entonces se dio a la argucia de cooptar -algunos califican como compra- a través de la operación del entonces coordinador del grupo priista, ISIDRO PASTOR MEDRANO, a buena parte de los legisladores opositores, que renunciaron a su original militancia, para crear la fantasmal fracción de diputados “independientes” que por entonces se convirtió en otro grupo de apoyo a las iniciativas del régimen y con ello asegurarle gobernabilidad en tan importante poder.

Mas ahora las condiciones son diferentes y difícilmente el gobernador DEL MAZO MAZA podría recurrir a una argucia de tal magnitud ante la posibilidad de perder la gobernabilidad legislativa, además de que la conformación de un llamado grupo de legisladores “independientes” se consideraría como legalmente inviable.

Pero también en los ámbitos de los 125 municipios mexiquenses, la gobernabilidad del régimen actual se debilitaría, no solamente en el escenario de que el PRI perdiera en la mayor parte de ellos, sino también por la fragmentación de su militancia en esas demarcaciones, como parece ya suceder.

Un ejemplo muy claro y también emblemático de esa posibilidad, lo representan las expresiones del priista ALFONSO GÓMEZ AGUIRRE, dirigente del grupo priista FNR-3, quien ayer en abierta conferencia de prensa denunció irregularidades y presiones al interior de su partido, en su intento de registrar, en el reciente periodo de pre registro, su aspiración a ser candidato a la presidencia municipal de Toluca, la capital mexiquense, donde ya figura como aspirante el actual alcalde FERNANDO ZAMORA MORALES, para su reelección.

Asegura el dirigente del FNR-3 que recibió presiones de personal del PRI para que se abstuviera a registrar su aspiración ante la Comisión Estatal de Procesos Internos del Comité Directivo Estatal del PRI y asimismo del presidente municipal toluqueño ahora con licencia, mientras que con anterioridad ni el presidente estatal ERNESTO NEMER ni el Secretario General adjunto EFRÉN ROJAS DÁVILA, ni siquiera lo recibieron a pesar de varias solicitudes.

Lo grave es que, al parecer el caso del dirigente de ese grupo en Toluca, como también apuntó, se repitió entre la mayoría de los más de dos mil “pequeños” grupos de militantes priistas que en conjunto aportaron durante la campaña del actual gobernador ALFREDO DEL MAZO cerca de un millón de votos – a razón de unos 500 votos cada uno- y que tampoco en este proceso fueron atendidos y que por ello han manifestado su inconformidad en diversos ámbitos.

La inconformidad generalizada de esos pequeños grupos de militantes priistas que en conjunto representan cerca de la mitad de las posibilidades de llevar votos a los candidatos de las elecciones próximas, representa sin duda una fisura mayúscula que los operadores internos del PRI deberán subsanar con los tradicionales métodos de reparto de posiciones y recursos, o de lo contrario, como parece, se convertirán en factores decisivos de posibles derrotas.

Y no tanto, como muchos temen, que tales grupos abandonen masivamente las filas del PRI y se adhieran a otras opciones partidistas, sino como anunció harían los integrantes del FNR-3, sin abandonar el partido, manifestarían su inconformidad al anular sus votos en las urnas.

Un millón de votos nulos de esos priistas en las próximas elecciones locales y hasta federales sentaría un precedente político histórico, que desde luego cuestionaría la capacidad de gobernanza del actual régimen y la supuesta unidad del partido hasta ahora gobernante.  Muy peligroso.