Viernes 8 de Junio del 2018.– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este viernes que Rusia debería estar invitada a las reuniones del G-7, un foro del que Moscú fue expulsado en 2014 -entonces G-8- a raíz de la anexión de la península de Crimea y que llega precedido en esta ocasión por las críticas contra Washington.
Trump, que se define a sí mismo como «la peor pesadilla de Rusia», ha afirmado antes de partir rumbo a Quebec (Canadá) que Rusia debería poder participar en la reunión de las grandes economías del mundo. «¿Por qué nos reunimos sin Rusia?», ha planteado el mandatario estadounidense ante los periodistas.
«Guste o no, y podría no ser políticamente correcto, tenemos un mundo que gobernar», ha añadido Trump, partidario de tener a Rusia «en la mesa de negociación» de nuevo.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, ha advertido de que por ahora la recuperación del G8 no es prioritaria para Moscú. «Nos centramos en otros formatos», ha zanjado en declaraciones a la agencia de noticias rusa Sputnik.
La imposición de aranceles al acero y el aluminio por parte de Trump ha reavivado los temores a una guerra comercial y ha terminado de tensar las relaciones entre el inquilino de la Casa Blanca y el resto de líderes del G-7. Trump, de hecho, abandonará la cumbre antes de que concluya para preparar la reunión del 12 de junio con el dirigente norcoreano, Kim Jong Un.
El presidente de Estados Unidos, además, no solo no ha esquivado la polémica sino que la ha reavivado en las últimas horas, con una batería de mensajes en las redes sociales en las que ha dejado claro que no revisará ninguna de sus posturas y en los que ha criticado los «injustos» acuerdos comerciales suscritos entre los países del G-7.