BANCO DE ALIMENTOS GENERA OPORTUNIDADES DE AUTOCONSUMO

  • Convenio entre Banco de Alimentos y Universidad Intercultural beneficia a universitarios y a familias mazahuas

 

Sara García/San Felipe del Progreso

 

El Banco de Alimentos del Estado de México y la Universidad Intercultural estatal trabajan en conjunto con el objetivo de generar oportunidades sustentables de autoconsumo y autoempleo para las familias Mazahuas.

Alberto Canul Juárez, Director General del Banco de Alimentos mexiquense detalló que el convenio entre ambas instancias consiste en la construcción de huertos para el cultivo de alimentos y posteriormente, las familias beneficiadas reciben orientación por parte de los alumnos de la licenciatura de desarrollo sustentable, quienes guían y supervisan la producción de víveres.

“-La carrera- que es propiamente de agricultura es la que está asesorando a nosotros y a las familias para que tengan un cultivo adecuado, una buena producción, ellos a través de los maestros van y les enseñan como cultivarlo porque la gran mayoría de las familias pues si tiene tierra pero cultivan maíz no saben cómo cultivar las hortalizas”, enfatizó.

La labor de asesoramiento por parte de los alumnos consiste en enseñarle a las familias el cultivo de hortalizas de acuerdo a sus necesidades así como la elaboración de abonos orgánicos que permitan el consumo de alimentos sin químicos, así lo describió, el encargado del invernadero del plantel en San Felipe del Progreso, Naum Segundo Rojas.

“Depende de las necesidades de la familia es lo que se siembra y la producción de productos. Lo que hacemos nosotros es que la misma comunidad tenga acceso a buenos alimentos”, dijo.

 

Por su parte, el rector de la universidad, Aníbal Alberto Mejía Guadarrama destacó que esta práctica ayuda a los alumnos pues además de aplicar sus conocimientos en campo, logran apoyar a sus comunidades y a su escuela pues también generan productos para el comedor universitario.

“El objetivo que tiene cualquier egresado que es regresar a su comunidad y ayudar a transformarla, en su formación académica pueden complementar las competencias que adquieren en el aula con las que se adquieren en el campo y específicamente en este programa se cuenta con un huerto que fue financiado por el banco de alimentos y el producto que se obtiene del mismo es utilizado en el comedor universitario”.

Finalmente, Rigoberto Jiménez Ruiz, uno de los beneficiados, reconoció que el diálogo entre alumnos y productores ha sido crucial para que se pueda generar alimentos de calidad.

 

“La escuela nos ha invitado a que tengamos el grupo de alumnos como apoyo y para intercambiar ideas de lo que ellos aprenden con nosotros, o sea ellos también traen un sistema igual a nosotros, entonces combinamos ideas para poder sacar el producto bien y para que la siembra sea al 100%”.

Por el momento, se han puesto en marcha 12 huertos familiares en diferentes entidades del estado, pero en un futuro se buscará hacerlos comunitarios.

OP

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