SORPRENDE EL PAPA FRANCISCO CON NUEVO NOMBRAMIENTO

La noticia del nombramiento de Víctor Manuel Fernández ha sido acogida como un golpe de autoridad del papa Francisco, al designar para un puesto tan sensible -el segundo de más trascendencia dentro del organigrama de la Curia vaticana-, a un ‘joven’ teólogo argentino (61 años cumplirá el próximo 18 de julio) de su confianza, y al que se considera que está detrás de algunos de los textos más significativos del pontificado de Jorge Mario Bergoglio.

“Turno de Francisco. El Papa ha designado al frente del poderoso dicasterio para la Doctrina de la fe, el ex Santo Oficio, al obispo argentino Víctor Manuel Fernández, de 60 años, conocido como ‘Tucho’, un reformista mal visto por los conservadores, a quien ha dado el mandato de archivar un pasado marcado por ‘métodos inmorales’ para perseguir ‘cualquier error doctrinal’», según escribe en La Repubblica Iacopo Scaramuzzi.“El arzobispo dijo en el pasado que el Papa podría vivir fuera de Roma, despertando la ira de los conservadores”, apostilla en la crónica el periodista italiano.

“En una noticia que cayó como una bomba en el Vaticano, el papa Francisco designó hoy al actual arzobispo de La Plata y teólogo, Víctor Manuel ‘Tucho’ Fernández, uno de los prelados más cercanos a él, como nuevo prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), un cargo clave, de enorme trascendencia. Se trata del segundo ‘ministerio’ más importante de la curia romana, después del Dicasterio para la Evangelización, llamado antiguamente ‘Santo Oficio’”, señala en el diario La Nación su corresponsal en el Vaticano Elisabetta Piqué.

“Su designación causó gran sorpresa en el Vaticano por su joven edad y por su cercanía al Papa. En diez años de pontificado y luego de mucha reflexión, según pudo saber La Nación, es el primer prelado argentino y de confianza que Jorge Bergoglio decide traer a Roma para ocupar un cargo más que relevante de la curia romana, la administración central de la Iglesia católica”, indica la periodista argentina.

Para la corresponsal del diario católico francés La Croix, Loup Besmond de Senneville, con la designación del nuevo prefecto, “el papa Francisco opta por la ruptura”, colocando “en una posición estratégica” a “un teólogo argentino que se encuentra entre sus más íntimos amigos, ya quien pide fomentar la ‘investigación teológica”, lo que considera “una novedad radical”.

“Protegido de Francisco desde hace mucho tiempo, Fernández es ampliamente considerado como uno de los escritores fantasma [negros] del Pontífice, incluso en importantes textos emblemáticos como su ecoencíclica de 2015 Laudato Si’; su exhortación postsinodal de 2016 sobre la familia Amoris Laetitia; y su primera exhortación apostólica, Evangelii Gaudim, publicada en 2013 y ampliamente considerada como un texto de referencia para el resto del papado de Francisco”, según señala Elise Ann Allen, en su crónica en Crux now.

De “movimiento inesperado y muy significativo” califica la revista America, la designación  de monseñor Fernández, a quien se “considera que está en armonía con el Papa tanto a nivel pastoral como teológico, y la elección de Francisco por él es la indicación más clara hasta ahora de la determinación del Papa de continuar en el camino de la renovación teológica y pastoral de la Iglesia Católica en la implementación de las enseñanzas del Concilio Vaticano II”.

“A veces denominado como el ‘teólogo de confianza’ de Francisco -prosigue su crónica el periodista Gerard O’Connell-, el arzobispo Fernández tiene una relación con el Papa que se remonta a su trabajo para la Conferencia Episcopal Argentina, donde fue reconocido por su capacidad para reunir diferentes puntos de vista en la redacción de documentos”.

“Como teólogo, Fernández también desempeñó un papel clave al ayudar al cardenal Bergoglio en la Conferencia de Aparecida de CELAM (la Conferencia Episcopal de América Latina) en 2007 en la redacción del documento final de esa conferencia, que sirvió de base para algunos de los principales escritos del papa Francisco, incluidos Evangelii Gaudium y Laudato Si’, a los que también se cree que el arzobispo contribuyó de manera significativa”, señala la publicación de la Compañía de Jesús.