TERCERO EN LA LÍNEA DE SUCESIÓN, EL PRÍNCIPE JORGE CUMPLE OCHO AÑOS,
- Comienza a descubrir que le tocará ser rey
- Tercero en la línea de sucesión al trono británico, el hijo de Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton cumple este jueves ocho años con una imagen pública controlada de forma férrea por sus padres
“Guillermo todavía no ha revelado al mundo cómo y de qué manera contó la noticia a su hijo”, asegura Lacey, con ese convencimiento de que el planeta entero sigue cada detalle de la familia Windsor. “Quizá algún día sea el propio Jorge quien cuente la historia. Pero en algún momento, en torno al séptimo cumpleaños del niño en el verano de 2020, sus padres entraron en detalles sobre todo lo que implicaría la futura vida de servicio y obligaciones del pequeño príncipe”, contó el historiador el pasado junio. El palacio de Buckingham, en su línea, no ha confirmado ni desmentido la información. Lo que, en los usos periodísticos anglosajones, equivale a darla por buena.
Jorge de Cambridge va a un colegio privado, ha conversado públicamente sobre sus especies favoritas con el naturalista David Attenborough, y según, algunas informaciones, ya ha participado en la cacería del alce en los alrededores del castillo de Balmoral. Pero sobre todo es un niño cuya intimidad y desarrollo emocional protegen sus padres con uñas y dientes. Especialmente el príncipe Guillermo, víctima como fue en primera persona del asedio de la prensa a los hijos de Lady Di.
Cada cumpleaños, los tabloides se deshacen en elogios de las nuevas fotografías del joven heredero, tercero en línea de sucesión al trono. Todas esas instantáneas surgen de la afición de Kate Middleton, quien pronto comprendió que el único modo de mantener a raya el hambre de los tabloides era alimentarlos ella misma. Se reservó el derecho, de un modo inteligente, de controlar el material fotográfico que iba a construir poco a poco la imagen pública del pequeño. Jorge es así simpático, resuelto y con un punto gamberro, que realzan los dientes separados con los que sonríe. Jorge es serio cuando toca ser serio, y participa desde su corta edad de los acontecimientos de su época. Jorge, con traje y corbata, disfruta como un niño y se abraza dando saltos a su padre cuando Luke Shaw marca el primer gol de la selección inglesa en la final de la Eurocopa contra Italia. Jorge muestra con su rostro que tiene el corazón destrozado al final del partido, y deja que su padre ponga las manos sobre sus hombros.
Si Guillermo de Inglaterra es el símbolo presente de la estabilidad de la monarquía británica —su padre, Carlos, es para el imaginario público un intermedio aceptado, casi a regañadientes—, el príncipe Jorge es la imagen del futuro lejano de la institución. La única foto oficial que escapó del control de Kate Middleton fue la de las cuatro generaciones de la familia real, en diciembre de 2019, en la que Isabel II, Carlos, Guillermo y Jorge posan juntos y sonrientes en todo un símbolo de continuidad dinástica. “¡Qué fascinante imagen histórica para recordarnos la esencia misma del sistema monárquico! La reina actual y los tres futuros reyes. Todos los herederos vivos, sin ningún repuesto añadido”, se solazó Lacey en su momento al contemplar la fotografía.
Los expertos británicos en asuntos de la realeza no dejan de insistir en que Guillermo y Kate se esfuerzan en tratar por igual a sus tres hijos, pero que Jorge “ya entiende que es diferente a sus hermanos”, según la comentarista Katie Nicholl. No por ello, ha matizado después la propia duquesa de Cambridge en la revista OK, está siendo especialmente mimado ni recibe un tratamiento distinto.