Para ello, la Secretaría Ejecutiva (SE) del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), adscrita a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración de la Segob, creó el documento Orientaciones para la prevención y atención de la violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes que reúne herramientas para que las autoridades las puedan retomar para contribuir a la erradicación de esta problemática.

Documento_orientaciones_violenica_sexual_VF_30102023

Esta guía fue presentada por la encargada de despacho de la SE del Sipinna nacional, Constanza Tort San Román, en la Sesión Permanente de la Comisión de Secretarías Ejecutivas de Protección Integral de los Sistemas Nacional y de las Entidades Federativas (Comse).

Promover este documento responde a la atribución que tiene la SE del Sipinna nacional de asesorar y apoyar a los gobiernos de las entidades federativas para el ejercicio de sus labores en materia de protección a la niñez y las adolescencias.

El objetivo es dotar a las autoridades de elementos, herramientas y recursos para coordinar –desde los Sipinna locales– acciones e iniciativas para erradicar la violencia sexual contra la población menor de 18 años de edad.

El documento señala que la prevención de esta problemática pasa por tres rubros:

1. Información acerca del estado actual de este tipo de violencia y su focalización en el territorio.
2. Actualización de la agenda legislativa para que cumpla con las obligaciones en materia de derechos humanos de niñez y adolescencias.
3. Cambio cultural mediante campañas que generen modificaciones estructurales en el comportamiento social.

El documento propone la coordinación y articulación de los servicios de atención y ayuda, a partir de la implementación del Protocolo Nacional de Coordinación Interinstitucional para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes Víctimas de Violencia, y constituye una guía de lo que se debe hacer ante este tipo de agresión.

Protocolo_Nacional_NNA-VF-MAR2021

El protocolo permite detectar la violencia, reportarla, canalizar el caso y brindar una atención inmediata e integral a las niñas, los niños y adolescentes hasta la restitución de sus derechos.

Para la atención de esta problemática, Tort San Román destacó también la importancia del uso correcto y responsable de la línea 9-1-1, toda vez que es un instrumento que ayuda a las instituciones en hechos de violencia contra niñas, niños y adolescentes porque es una llave para atenderles con oportunidad en emergencias.

En este sentido, la SE del Sipinna nacional, a la par, recomienda emplear el conjunto de materiales educativos sobre el uso de la línea de emergencia 9-1-1 que promueve el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Lo anterior, en virtud de que 9-1-1 es un servicio esencial en casos de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes, el cual permite reportar casos que no son alertados por otras instancias debido a su edad, estado de desarrollo o falta de acceso a canales de denuncia.

La Unicef plantea que es fundamental hablar con estos grupos etarios sobre la importancia del 9-1-1, debido a que habitualmente no se les explica para qué sirve y cómo usarlo.  Lo ideal es que aprendan a manejarlo en una emergencia, a fin de contar con la capacidad de acción para su propia protección y la de otras personas.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia propone tres acciones de difusión que buscan que niñas, niños y adolescentes adquieran capacidades para utilizar esta herramienta:

1. Una consulta a adolescentes a través de la plataforma U-Report de Unicef, para saber el nivel de conocimiento sobre la línea 9-1-1 y las barreras por las que no la utilizan.
2. Una campaña dirigida a madres, padres y personas cuidadoras sobre cómo enseñar a las personas menores de 18 años de edad el uso correcto de la línea 9-1-1.
3. Una activación en la que se generen materiales en redes sociales para enseñar a niñas, niños y adolescentes sobre la utilización de esta herramienta.

La sesión permanente de la Comse contó con la participación de la oficial nacional de Protección de la Unicef, Sara Antillón Esparza.