REPASAN HISTORIA DEL ASILO EN MÉXICO

Ciudad de México, 09 de diciembre 2017.- El evento formó parte del Congreso “México País de Refugio” que se realizó este jueves 7 de diciembre en el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM). En la actividad también participó el doctor en Historia y académico Fernando Serrano Migallón.

El congreso forma parte del programa bilateral de cooperación Historias Cruzadas. México-Austria 2017-2019 que se enmarca en la conmemoración del 80 aniversario de la defensa diplomática del gobierno mexicano de Lázaro Cárdenas en favor de Austria, dentro de la Sociedad de Naciones, ya que México fue el único país que elevó una protesta internacional en contra de la ocupación de Austria por parte de las tropas nazis.

Fernando Serrano inició el panel explicado que exilio es una palabra dolorosa e interesante a la que definió como la institución jurídica más antigua (creada en Mesopotamia), siendo a partir del siglo XVIII cuando se convierte en un tema político.

El profesor agregó que el asilo es una protección que se le da a un exiliado, el cual pasa por problemas graves que afectan toda su actividad: relaciones familiares, políticas, sociales, culturales y laborales.

El doctor destacó que hablar de asilo es conversar de un fenómeno que se da a tres voces: un grupo que se ve expulsado y que no sabe por qué se le da esa pena y siente que es injusta; luego está el grupo que expulsa, que tiene el poder, que se ensaña con el expulsado y le hace sentir la fuerza de su repudio y, finalmente, está el grupo que acoge, que no siempre está, en su mayoría de acuerdo, y los recibe con temor y duda de quiénes son y cómo se van a comportar.

También habló de la vocación de apertura que siempre ha tenido México y que ha permitido un cruce de culturas y razas. Destacó que desde el siglo XIX nuestro país ha sido campo de asilo para todos los que buscan algún tipo de protección, destacando los años treinta, con el presidente Lázaro Cárdenas y las personas que venían de Europa.

“Han existido muchísimos asilos, pero hay tres que son importantes: el español y chileno en los que México tuvo una acción política de estado, administrativa, de decisión, para que los refugiados vinieran. Luego está el asilo cubano que México dio a todos los que quisieron venir, pero que fue sólo de tránsito para cambiar de país, es decir, para que se fueran a Miami o Puerto Rico”.

Finalmente, dijo, que los intelectuales, obreros, campesinos, linotipistas y periodistas europeos que pidieron asilo en México dejaron cosas importantes: demostrar lo frágil que son las instituciones democráticas, reflejar la existencia de una ética laica y, a través de la descendencia, mostrar su amor por nuestro país.

Mientras que Christian Kloyber conversó que los refugiados austriacos que llegaron a México rápidamente se organizaron (a pesar de los conflictos que existían entre ellos) para mostrar que su exilio en México era una tarea de optimismo colectivo, de enseñar y demostrar a todo el mundo la otra Alemania, la otra Austria, no la que era fascista o nazista.

Agregó que los asilados hicieron teatro, música y se alejaron de su grupo político para dedicarse a fotografiar, a la pintura, escritura, a jugar, hacer televisión y seguir con su vida a pesar de que tuvieran a sus familiares en campos de concentración, de haber dejado sus escuelas, amigos, juguetes e instrumentos de música para llegar a un país distinto.

Y puntualizó que el exilio en México es un ejemplo, “un experimento y una visión pacifista de jamás guerra, destierro y exilio. Además, es un tema que muestra que debemos de aprender realmente de la historia para saber cómo convivir pacíficamente”.

El Congreso “México País de Refugio” fue organizado por la Embajada de Austria, el Centro Cultural Isidro Fabela y el INEHRM.

ARB

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